Hace unos días, el Hotel JW Marriott se llenó de colores brillantes, risas y una atmósfera navideña en la decimotercera edición de The Ugly Sweater Party. Este evento, organizado anualmente por Lorenzo Ruiz, dio la bienvenida a los asistentes con una espectacular y festiva decoración. Uno de los elementos más importantes de la noche --realmente el protagonista--, fue el oso dorado gigante dentro la enorme caja donde los invitados depositaron los suéteres, el 'cover' que donaron para regalar a niños menores de 12 años en situación vulnerable. A la divertida fiesta asistieron Celia Daniel, Moisés Arizmendi, Hilda Téllez, Delia González y muchos más, quienes llegaron luciendo sus suéteres navideños más vistosos, condición del dress code. “Quiero agradecer que estemos reunidos aquí, en una época tan importante como es la Navidad, y que se hayan tomado el tiempo de venir para apoyar a que niños y niñas puedan estrenar un suéter en estas Navidades y épocas de frío”, dijo María José Ortega, vicepresidenta de Fly Select, compañía de aviación privada. En esta ocasión, los suéteres se donarán al Instituto Nacional de Pediatría y a La Casa del Migrante.

El espíritu navideño invadió el escenario del Cumbres International School México en la esperada Pastorela de Preescolar. Un evento que llenó de orgullo, alegría y ternura a todos los papás, abuelitos e invitados presentes en la celebración. La presentación dio inicio con un emotivo discurso de bienvenida de la directora del colegio, Virmar Visconti Farías; quien aprovechó la ocasión para recordarle a todos los asistentes el verdadero significado de la Navidad: amor, familia y comunidad. "Quiero agradecerles por la confianza de entregarnos lo más sagrado que tienen: sus hijos, sus nietos, que están en este preescolar, es algo que nos llena de gratitud y de alegría", mencionó la maestra en su breve discurso. Cada grupo de niños sorprendió con la energía y pasión que les ponían a sus bailes, en los que representaron la diversidad mundial y la unión. Al salir de escena, cada uno de los grupos se preparaba para el emotivo acto final, en el que todos participaron, creando un momento lleno de magia y emoción. Después de la función, los niños, junto a sus familiares e invitados, disfrutaron de un espacio de convivencia. Quedó muy claro que, sin duda, la magia de la Navidad se vive mejor juntos.