Como si se tratara de una película de terror, un hombre que fue encarcelado en 2008 por haber torturado de la manera más brutal a su víctima, ingresó al palacio de Kensington y tuvo cerca a los hijos del príncipe heredero William y Kate Middleton: los príncipes George, de 7 años, Charlotte, de 4 y Louis, de 1 año, mientras jugaban libremente en el jardín de su casa.
De acuerdo a The Sun, el exconvicto Darren Benjamin, de 40 años, dijo que el príncipe George -tercero en la línea de sucesión al trono inglés- es una persona sumamente agradable. El exdelincuente estuvo preso siete años por haber vaciado agua hirviendo a su víctima. "Era parte de una pandilla de cuatro personas que torturaron a Anthony Powell. Lo ataron y amordazaron (...) le pusieron un cuchillo en la garganta y lo apuñalaron en la pierna mientras lo interrogaban".
Quizá se pregunten ¿y cómo fue que ese hombre logró estar tan cerca de los hijos de los duques de Cambridge? Resulta que el torturador y pandillero, al salir de la cárcel, consiguió un trabajo de repartidor y le llegó un pedido para la familia de la reina Isabel II y nadie se imaginó que ese hombre era un peligroso delincuente. Por esa razón, William y Kate han exigido se investigue a fondo mientras reforzan las medidas de seguridad de su palacio.
Los príncipes George, Charlotte y Louis estaban al cuidado de su niñera Maria Teresa Borrallo.
Mientras tanto, este es el segundo incidente de peligro que ha logrado atentar contra la seguridad del palacio de Kensington. A principios del mes, un hombre se metió a la residencia de la reina Isabel II, en la madrugada, mientras que la soberana dormía a unos metros de distancia.