Las bodas reales siempre dan de qué hablar, no solo por el glamour y la opulencia que las rodea, sino también por las tradiciones y el simbolismo que encierran. Este sábado, la catedral metropolitana de Atenas fue el escenario perfecto para la unión de la princesa Teodora de Grecia y el abogado estadounidense Matthew Kumar, un enlace que reunió a la familia real griega y a miembros de otras monarquías europeas.
La princesa Teodora de Grecia y el abogado Matthew Kumar se dieron el "sí, quiero" en el lugar emblemático que se llenó nuevamente de historia y tradición. La catedral metropolitana de Atenas ha sido testigo de las bodas de los reyes Juan Carlos y Sofía y del hermano menor de la novia, el príncipe Philippos, y Nina Flohr.
La boda reunió a toda la familia real griega y a miembros de otras casas reales, como la española, representada por la reina Sofía, acompañada de sus hijas, la infanta Elena y la infanta Cristina, y algunos de sus nietos Urdangarin.
Además, entre los invitados reales destacaron la princesa Benedicta y su familia, el príncipe Alejandro de Serbia y su esposa, el príncipe Christian de Hannover y Sassa de Osma, y Tatiana Radziwill. Todos ellos se trasladarán después al exclusivo hotel One&Only Aesthesis, a las afueras de Atenas, donde disfrutarán de una cena y una fiesta con vistas al mar Egeo.
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Sin embargo, además de la exclusiva lista de invitados, lo que dejó boquiabierto a todo el abolengo real, sin duda fue el atuendo de la princesa Teodora de Grecia, con el que deslumbró en la boda llena de historia y tradición.
Teodora vistió un elegante traje blanco con pedrería diseñado por Celia Kritharioti, mismo que acompañó con dos de las reliquias más valiosas del ajuar nupcial de su familia: el histórico velo con el que se casaron tanto la reina Mary de Dinamarca con Federico X como su madre, la reina Ana María de Grecia, con el rey Constantino, y la tiara Jedive de Egipto. Esta última fue un regalo del último virrey de Egipto a una de las bisabuelas maternas de Teodora, Margarita de Connaught, reina consorte de Suecia por su matrimonio con el rey Gustavo VI Adolfo.
Además, la princesa Teodora llevó a modo de pulsera un collar de su madre, procedente de uno más largo que la reina Ingrid de Dinamarca dividió en dos para repartirlas entre sus dos hijas pequeñas: la reina Ana María y la princesa Benedicta.
Y por si fuera poco, Teodora decidió lucir un segundo vestido para la ocasión, haciendo su entrada en la recepción con un nuevo diseño de la misma diseñadora griega, Celia Kritharioti. Este vestido también presentaba los hombros al aire y estaba exquisitamente bordado a mano con cristales de Swarovski. Además, estaba embellecido con delicadas flores artesanales, según informan fuentes del evento.
Esta boda marca el final de una espera de seis años. La pareja anunció su compromiso en 2018, pero la pandemia de coronavirus y la muerte del rey Constantino en enero de 2023 pospusieron la celebración hasta este 28 de septiembre de 2024. Teodora y Matthew comenzaron a salir en 2016 tras conocerse en Los Ángeles, donde Kumar trabaja como abogado y Teodora había comenzado su carrera como actriz.
La cuarta hija de los últimos reyes helenos, prima del rey Felipe VI, finalmente celebró su matrimonio con Matthew Kumar después de tres intentos fallidos. La boda, que combinó tradición y modernidad, se llevó a cabo en la catedral de la Anunciación de Santa María de Atenas, un lugar cargado de historia familiar. La princesa, quien no pudo ser acompañada al altar por su difunto padre, el rey Constantino II, fue llevada por su hermano mayor, Pablo de Grecia.
A pesar de la desaparición de la monarquía griega, el matrimonio de la princesa Teodora de Grecia con Matthew Kumar, simboliza una unión de amor y tradición que ha sido aguardada con gran expectación.
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