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El príncipe Felipe, duque de Edimburgo, el recién fallecido esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, provocó algunas sorpresas con la que se supone será su herencia. En su testamento, tres de sus colaboradores más cercanos recibirán algo de dinero por parte del duque, así como sus nietos, incluido el príncipe Harry, de acuerdo a una entrevista publicada hoy en el diario "The Sun". El duque de Edimburgo dejó una fortuna estimada en 42 millones de dólares, (838 millones de pesos) al morir, el mes pasado, de acuerdo con el diario.
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Se supone, y es de esperarse, que la reina sea la principal beneficiaria, pero la fuente entrevistada aseguró que algunos de sus más cercanos colaboradores no quedarán desamparados, lo cual, de acuerdo con este personaje de la realeza, es bastante inusual.
"A diferencia de otros miembros de la realeza" dijo esta fuente anónima a "The Sun" "el príncipe Felipe fue muy generoso con tres miembros de su personal cercanos a él y que se dedicaban a cuidar de que no le faltara nada de lo que necesitara" .
"Los beneficiarios incluyen a su secretario privado, el brigadier Archie Miller Bakewell; a su paje, William Henderson y a su valet, Stephen Niedojadlo", reveló la fuente. Estas tres personas fueron muy importantes para el duque, Bakewell incluso llegó a sustituirlo en algunos eventos. Por su parte, Henderson y Niedojadlo se turnaban para acompañarlo en Wood House, en Sandringham, donde pasó sus últimos meses y Henderson estuvo con él en sus últimos dos días de vida.
Según la fuente, el príncipe había arreglado todo los relacionado a impuestos sobre la herencia. "No era fan, como no somos ninguno de nosotros, de dejar nuestros recursos al Tesoro".
Esta fuente añadió que es posible que sus nietos reciban parte de la herencia del duque, y que el príncipe Harry no sería la excepción, a pesar de que ha renunciado a su lugar como miembro de la familia real y de que ha criticado profundamente la vida de palacio.
"El duque no era el tipo de persona que ´castigaría' a un nieto por 'portarse mal'. Era un hombre muy justo, equilibrado y adorable. Nunca guardaba rencores", aseguró la misma fuente. Por otra parte, añadió que el duque dejó indicado a cuatro hijos: los príncipes Carlos, Ana, Andrés y Eduardo, que podían tomar "lo que quisieran" de su colección de 13 mil libros que, aunque se llevó a Sandrigham, ya fueron regresados a Buckingham.
Sus amados carruajes fueron legados a su nieta lady Louise Windsor, quien heredó el gusto de su abuelo por este peculiar deporte, mientras que su muy apreciada colección de reliquias de la fallida expedición a la Antártica del capitán Robert Falcon Scott, ha sido legada específicamente al príncipe Carlos.
De acuerdo con esta misma persona, el duque pasó sus últimos días firmando fotografías suyas dedicadas a las personas que cuidaron de él en su última estancia en el hospital.
Cabe señalar que un vocero del Palacio de Buckingham se negó a confirmar lo dicho por esta fuente respecto al testamento y la forma en la que se repartirán los bienes del duque, alegando que se trata de un asunto privado de la familia.
(Foto: AP)
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El príncipe Felipe nació en la isla griega de Corfú, sin un centavo, a pesar de ser de sangre azul. Su familia había sido acusada de traición después de la guerra turco-griega. El príncipe dormía en un cajón de naranjas como cuna cuando era un bebé. Cuando se casó con la entonces princesa Isabel, en 1947, ganaba apenas 11 libras semanales en la marina inglesa.
Antes de morir, recibía anualmente del trono 359 mil libras, pero, al parecer, no era suficiente, pues la reina siempre tuvo que complementar sus ingresos. Sin embargo, la soberana nunca tuvo un súbdito más leal y entregado a su reinado.