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Este domingo 31 de marzo, el rey Carlos III del Reino Unido reapareció por primera vez ante la multitud desde el pasado 5 de febrero, día que anuncio de su diagnóstico de cáncer. Acompañado por la reina consorte Camila y otros miembros de la familia real, el monarca asistió al servicio religioso ofrecido por Pascua en la iglesia de San Jorge en el castillo de Windsor.
"Felices Pascuas" fue el deseo que compartió con los ciudadanos que desde horas antes se congregaron afuera de las puertas del templo para verlo por algunos minutos. El monarca, de 75 años, se veía sonriente, luciendo un abrigo negro y un semblante confiado.
Acompañado de la reina consorte Camila, quien ha tomado el protagonismo en recientes compromisos oficiales, el rey Carlos III dio la mano e intercambió breves palabras con las personas que le expresaban sus buenos deseos, lo hizo con semblante tranquilo y atento a las palabras que compartían los británicos, quienes especialmente externaban deseos de pronta recuperación.
Sin embargo, de acuerdo con algunos tabloides británicos como The Telegraph, el equipo médico del monarca estableció algunas medidas preventivas muy específicas para resguardar su salud y no afectar su tratamiento contra el cáncer, la primera de ellas fue reducir al máximo el número de asistentes al servicio religioso, la segunda era que cada uno de los invitados debía guardar una distancia prudente con Carlos III para evitar algún riesgo de infección.
Además, los médicos del monarca también indicaron que este año no podría asistir al banquete que usualmente la familia real ofrece cada domingo de Pascua, esto con el objetivo de cuidar por completo su salud y evitar exponerlo de sobremanera.
Además del rey Carlos III y la reina Camila, algunos miembros de la familia real que se dieron cita a la misa de Pascua fueron Andrés de York, su exesposa Sarah Ferguson, la princesa Ana, el príncipe Eduardo y su esposa Sophie, los duques de Edimburgo.
Por supuesto, los grandes ausentes en este servicio religioso fueron el príncipe William y Kate Middleton, quienes decidieron pasar la Semana Santa en Anmer Hall para disfrutar de unos días familiares y lejos del escrutinio mediático que se ha generado después de que el pasado 22 de marzo, la princesa de Gales revelara que también fue diagnósticada con cáncer.
Recordemos que fue el 5 de febrero cuando el Palacio de Buckingham comunicó que Carlos III había sido diagnosticado de un cáncer no especificado y que se retiraría de la vida pública hasta próximo aviso. Hasta la fecha, el monarca mantiene sus labores de despacho, entre las que se encuentran reuniones semanales con el primer ministro Rishi Sunak.
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