Luego de que reportes informaron que Meghan Markle y Harry buscarán que la reina Isabel II les permita seguir usando sus títulos nobiliarios a un año de renunciar a sus roles senior en la familia real, ahora se dio a conocer una bomba: fue la mismísima abuela del príncipe quien no permitió que se colocara una corona en nombre de Harry en el cenotafio en Remembrance Day y que, además, solo le tomó dos segundos tomar esa decisión.
Aunque en un principio se dijo que habrían sido funcionarios del palacio de Buckingham quienes le negaron al príncipe Harry tener un lugar en la ceremonia, "Daily Mail" confirmó que fue la reina Isabel quien dijo que esa petición no podía ser posible.
Ante la negativa, Meghan y Harry acudieron al cerementerio de Los Ángeles para colocar una corona en memoria de los caídos de las fuerzas armadas, acto que fue calificado como un acto publicitario.
"Es una de las fechas más importantes de su calendario y no se hace nada sin su conocimiento. La gente estaba sugiriendo que la reacción del palacio a lo que Harry preguntó era mezquina pero fue decisión de la reina", se lee en el reoprte. "(La reina) le dijo a Harry muy claramente en enero (cuando él y Meghan abandonaron la monarquía) que 'trabajas para la monarquía, la monarquía no trabaja para ti. Si no puedes aceptar eso, tienes que marcharte. Su Majestad fue notablemente clara y decisiva en ese punto y nunca se ha desviado de él, ni una sola vez. Creo que lo que ha evolucionado este año a través del Atlántico solo ha servido para demostrar su punto".
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Fue el 8 de enero del 2020 cuando Meghan Markle y el príncipe Harry anunciaron en redes sociales que renunciaban a sus roles en la familia real para emprender su camino financiero "solos" y vivir entre América del Norte y Reino Unido, esto sin haberlo anunciado antes con la reina Isabel II, soberana del reino Unido y abuela del príncipe.
Esta decisión produjo una crisis en la familia real y surgieron especulaciones sobre las razones que los orillaron a tomar tal decisión, entre ellas, que Meghan no había recibido el apoyo total de la monarquía y el trato que la prensa británica le había dado.
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A casi un año de este escándalo y de que Meghan y Harry han fincado su hogar en una de las zonas más lujosas de California, la reina Isabel II deberá tomar una decisión sobre el uso de los títulos de duques, entre otras cosas. "La reina sabe que no se puede permitir que un miembro de la familia real reciba millones de libras de parte de Spotify para decirle a la gente que 'deslice y siga' su podcast , o que anime a los consumidores a comprar una determinada marca de café. Son simplemente incompatibles", dijo la fuente a Daily Mail.
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