La bautizo de Julián de Suecia, duque de Halland, fue el evento más importante en las monarquías del mundo este fin de semana. Hacía mucho tiempo que no se veía a toda la familia Bernadotte reunida en el mismo lugar, empezando por la presencia de Magdalena de Suecia, quien estuvo con su esposo Christopher O'Neill y sus tres hijos Adriana, Leonor y Nicolás, quienes viven en Estados Unidos.
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Este evento no fue transmitido en vivo por televisión debido a que, aunque el bebé es hijo del príncipe Carlos Felipe y al pequeño aún le dicen "príncipe", lo cierto es que ya no pertenece a la fila principal de la familia real sueca desde que su abuelo, el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, recortó a los miembros principales para minimizar el gasto que representa a su nación.
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Por ello, todo lo que ocurrió en la celebración religiosa lo vimos a partir de un día después.
Así, luego de algunos días del bautizo del tercer hijo de Carlos Felipe de Suecia y Sofía Hellqvist, trascendió uno de los momentos más chistosos pero, también, que más espantaron a los monarcas suecos, pues el sacerdote que ofició la misa tuvo una ocurrencia que no le pareció a Silvia, la reina.
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Resulta que Julian Herbert Folke Bernadotte fue bautizado en la Capilla del Palacio de Drottningholm de manos del obispo Johan Dalman, pero en un momento, el religioso tomó al bebé en sus manos y lo sacudió frente a los invitados y familiares, despertando el asombro de la reina Silvia de Suecia, abuela del pequeño, y de la princesa Estella, quien ocupará el trono después de su mamá, la princesa Victoria.
El religioso, traducido al español, dijo: "Miren, acá tenemos al pequeño Julián, recién bautizado. Él está feliz, muy feliz, muy feliz, feliz. Gracias a Dios por eso".
Aunque este momento quedará en el recuerdo como algo simpático, en el momento, la familia real de Suecia no vio con buenos ojos que el sacerdote moviera de un lado a otro al hijo del príncipe Carlos Felipe. Julián de Suecia ocupa la séptima posición en la línea de sucesión al trono, detrás de sus hermanos, Gabriel y Alejandro, quienes están luego de su papá y de sus primos, el príncipe Óscar y la princesa Estelle, y, después, de la princesa heredera Victoria de Suecia.