Hace más de dos años, Guillermo de Cambridge encabezó uno de los escándalos más mediáticos que sacudieron su matrimonio: un medio británico publicó unas imágenes del príncipe con Rose Hanbury, la entonces mejor amiga de su esposa, Kate Middleton, quien estaba embarazada de pequeño Louis.
Fue tal el frenesí que provocaron las fotos y la información que, se sabe, la familia real del Reino Unido pidió a la prensa borrar y detener todo lo relacionado con ese supuesto affaire o, de lo contrario, demandarían.
(Rose Hanbury / Getty Images)
Sin embargo, esta mañana, un periodista volvió a poner en el plato principal esta polémica con el hashtag #princewilliamaffair, luego de que el editor del "Daily Mail" tuiteara que, debido a las acusaciones de racismo de Meghan Markle y el príncipe Harry, la seguridad de la familia real, en especial de la reina Isabel II, está en peligro.
"PD. Las medidas cautelares del Tribunal Superior de Londres no tienen valor en Escocia, mi residencia y ninguna presión legal va a borrar el hecho de que el príncipe William tuvo un romance con Rose Hanbury. Disfruta tu tarde".
Tras este mensaje, el hashtag se convertió en tendencia, impulsado especialmente por los seguidores y fanáticos de los duques de Sussex, quienes han asegurado que la familia real no los protegió de los rumores como hicieron con los Cambridge.
Meghan Markle comentó a Oprah Winfrey, en la explosiva entrevista de marzo, que la familia real estaría dispuesta a proteger a otros miembros de la familia pero no a ella ni a su esposo, Harry, hermano de William.
(Getty Images)
Rose Hanbury, marquesa de Cholmondeley, es esposa de David Rocksavage, marqués de Cholmondeley (que se pronuncia "chumley"), quien le lleva 23 años. La pareja ha sido muy cercana a la familia real, incluso antes de que el marqués se casara con la exmodelo, ya que la abuela de David fue dama de honor en la boda de la reina Isabel II y el príncipe Felipe.
(Rose Hanbury y David Rocksavage / Getty Images)
Los rumores de esta supuesta aventura entre William y Rose incendiaron las redes en 2019, cuando una publicación británica publicó las imágenes e, inmediatamente, William tomó acciones legales y advirtió a otros medios de parar las afirmaciones "falsas y altamente dañinas" que por primera vez salieron a la luz en el medio estadounidense "InTouch".