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Parece que el rey Carlos III y el resto de la familia real no son las únicas personas desilusionadas por el comportamiento del príncipe Harry, un claro ejemplo es el reciente desdén que sufrió el duque de Sussex junto a su tío, Andrés de York por parte de una fábrica de flores.
Se trata de 'Poppy Factory', una fábrica ubicada en Londres que se fundó con el propósito de ofrecer empleo a soldados heridos en la Primera Guerra Mundial elaborando coronas de flores conmemorativas.
En cada conmemoración del Día del Recuerdo, fecha en la que se rinde homenaje a miembros de las fuerzas armadas que sacrificaron sus vidas en la guerra, Poppy Factory coloca coronas de flores en una exhibición.
De acuerdo con "The Mirror", las coronas de flores colocadas por el príncipe Harry y Andrés de York han sido desechadas sin motivo aparente, mientras que aún se mantienen las que otros miembros como la del príncipe William y la princesa Ana han colocado.
Un visitante de la fábrica relató: "Harry solía tener su corona de flores en la antigua área de exhibición del centro pero ya no está".
Aunque el príncipe Harry sirvió en Afganistán, todo indica que sus acciones en contra de la corona han afectado la perspectiva que los británicos tienen sobre él. De la misma forma que Andrés de York y sus escándalos.
Según "The Mirror", el príncipe Harry y Andrés de York colocaron su última corona de flores en 2019 y el valor de cada una era de casi mil libras esterlinas, más de 22 mil pesos.
Hasta el momento Poppy Factory no ha emitido ningún comentario sobre el retiro de dichas coronas, aunque podría ser un ejemplo de lo que sucederá si "Spare", el libro de memorias del príncipe Harry o su serie documental en Netflix no son del agrado de su familia.