Los reyes de España y sus dos, la princesa Leonor y la infanta Sofía continúan con su agenda postpandemia y como parte de sus actividades se presentaron a una misa en honor a todos los fallecido a causa del Covid-19 en la catedral de la Almudena, pero sorprendieron al no comulgar durante la misa y faltar al sacramento ante decenas de creyentes, sin embargo, la razón es mucho más sencilla de lo que parece.
Este lunes, la familia real de España acudieron a la misa de quienes murieron a causa del nuevo coronavirus. En la catedral se encontraba el jefe de Estado, Juan José Omella, con su familia, todos los asistentes acataron con rigidez las medidas sanitarias impuestas por el Gobierno Español.
La princesa Leonor y la infanta Sofía volvieron a ser las protagonistas de la prensa, pues este fue su primer funeral institucional y se esperaba que como parte de la misa comulgaran, fieles a su compromiso con la religión católica, pero esto no fue así, de acuerdo con la revista Vanitatis se debe a las medidas higiénicas que dictó el palacio de la Zarzuela a toda la familia real.
“El hecho de no comulgar en especie no puede ser interpretado necesariamente como un sinónimo de que la familia real es 'menos católica', ya que este gestos podrían estar vinculados, precisamente, a medidas higiénicas para proteger la salud de los monarcas. De hecho, en la mayoría de las iglesias españolas durante estas semanas de cuarentena y confinamiento se invita a quienes tengan miedo al contagio a realizar la llamada 'comunión espiritual'. Se trata de una oración que de alguna manera busca suplir la imposibilidad de comulgar presencialmente”, explican a Vanitatis.
El palacio de la Zarzuela y la oficina del obispo se habrían puesto de acuerdo para que esto no fuera malinterpretado ni tomado como una falta a su compromiso con el catolicismo, tan es así que el párroco camino directamente en sentido contrario a la fila en la que se encontraba el Rey y su familia al repartir la comunión.
La familia real de España trata de reponerse del fuerte golpe que provocó el coronavirus en su país y de los escándalos del rey emérito Juan Carlos, que en este año ha sido acusado de varios crímenes, incluso, esto orilló a su hijo, el rey Felipe de España, a renunciar a toda herencia de su padre que no estuviera registrada previamente. Por ello, la mirada del público y los contribuyentes sigue sobre sus monarcas.