Por amor, la princesa Martha Luisa de Noruega renunció a su título como princesa y a sus obligaciones reales para continuar con más libertad su noviazgo con el chamán Durek Verret, con quien tiene planes de casarse a finales de este año. Con la venia de la familia real, la hija de Sonia y Harald V de Noruega acató las indicaciones de sus padres y, aunque seguirá siendo 'princesa' por ser hija de reyes, ya no podrá hacer uso de su cargo real de manera personal ni con fines comerciales, como alguna vez se atrevió para promocionar unas pláticas espirituales.