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Meghan Markle y Enrique de Sussex se convirtieron en una de las noticias más populares de esta semana tras asegurar, a través de su publirrelacionista, que habían sufrido una persecución "casi catastrófica" que habría puesto en riesgo sus vidas. Ambos iban acompañados de Doria Ragland, mamá de la actriz estadounidense.
Luego de esta incidente que provocó burlas entre muchos y que fue motivo de análisis para otros, Meghan y Harry exigieron a una agencia de paparazzi, Backgrid, que les entregara las fotos y videos que habían capturado, pero el negocio de fotografías les dijo que su petición de 'reyes' no aplicaba en Estados Unidos, donde residen.
Con todo el revuelo que han causado, los polémicos Duques de Sussex, título que les fue otorgado por Isabel II tras su boda, siguen esperando que la familia real les extienda palabras de apoyo.
"Están frustrados", se lee en un reporte de "The Telegraph". "Se entiende que la falta de contacto personal, así como la negativa del palacio de Buckingham a reconocer o comentar públicamente el incidente, han frustrado a la pareja, quienes, según los amigos, esperaban obtener más apoyo, particularmente a nivel personal".
"Estuvieron involucrados en una persecución automovilística casi catastrófica a manos de un grupo de paparazzi muy agresivos. Esta persecución incesante, que duró más de dos horas, resultó en múltiples colisiones cercanas que involucraron a otros conductores en la carretera, peatones y dos oficiales de la policía de Nueva York”, dijo en vocero de Meghan y Harry.
Frente a esto, tanto el taxista que los llevaba en el auto como el departamento de policía negaron que el incidente haya sido tan grave como Meghan Markle y el príncipe Harry comentaron.