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Antes de que Meghan y Enrique de Sussex se salieran de la familia real británica en búsqueda de su libertad financiera, se filtró a la prensa las intenciones del matrimonio de crear su propia marca ‘Sussex Royal’, en la cual planean invertir su fortuna para poder conseguir su propósito financiero, sin embargo, los duques de Sussex se enfrentan al bloqueo de un médico australiano que ha presentado una queja legal en contra de ellos.
De acuerdo con reportes del Daily Mail, un médico de origen australiano obstruye las intenciones de la actriz y el príncipe Harry de lanzar su propia marca de manera internacional, pues de manera legal, Benjamin Worcester ha presentado una queja, sin embargo, se desconoce cuál es la causa o el motivo que lo ha orillado a tomar esta decisión.
Se sabe que los Sussex mientras disfrutaban de su vacaciones en Canadá, previo a la noticia de su mudanza, comenzaron movimientos estratégicos para lanzar mundialmente su marca, Sussex Royal. Estos incluían el registro de varios productos bajo este nombre.
Según el Daily Mail, Meghan y Harry presentaron documentos ante la Oficina de Propiedad Intelectual y solicitudes de marcas registradas para varios productos, los cuales incluyen artículos de servicio postales, objetos de material de enseñanza y educativos impreso, libros educativos, libros de texto, revistas, calendarios, folletos y boletines. Además de prendas de vestir, calzado, camisetas, sudaderas, sombreros, gorras, pañuelos, bufandas, corbatas, guantes, pijamas, pantalones y hasta abrigos.
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El matrimonio presentó por primera vez la marca en junio de 2019, lo que llevó a un 'período de oposición', hasta el 20 de febrero, en el que cualquiera puede notificar a la Oficina de Propiedad Intelectual de Inglaterra. Pero ahora se ha extendido hasta el 20 de marzo a raíz de la queja del Dr. Worcester.
Tras este primer aviso por parte del médico australiano, se espera un retraso significativo para que los Sussex puedan usar la marca, sin mencionar los crecientes costos legales.
Los expertos consultados por el tabloide británico, Daily Mail, señalan que el imperio empresarial de los Sussex podría generar ingresos de 400 millones a 1 billón de euros, por lo que es una cuestión que directamente perjudica a esta pareja de manera económica.
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