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A pesar de que actualmente los duques de Sussex, Meghan Markle y el príncipe Harry, tienen su residencia oficial Frogmore Cottage, una casa de campo adyacente al Castillo de Windsor, el plan original de la pareja era mudarse a vivir con la reina Isabel II, dentro del Castillo de Windsor.
De acuerdo el periódico británico 'Sunday Times', la idea de Meghan Markle y el príncipe Harry de mudarse al Castillo de Windsor fue rechazada por la propia reina Isabel II ya que consideró que el castillo no era un lugar apto para la pareja, además de que la monarca pasa la mayor parte de su tiempo en compañía de Felipe de Edimburgo.
A pesar de rechazar la petición de los duques de Sussex, Isabel II les dio una alternativa para su nueva hogar, así fue cómo les ofreció vivir en Frogmore Cottage.
Según Hugo Vickers, un experto británico de la realiza, reveló a Times cuáles pudieron ser los motivos para que Meghan Markle y el príncipe Harry pensaran en el Castillo de Windsor como una opción ideal para vivir.
“Los duques de Sussex quizá pensaron en las habitaciones vacías y las suite que están en los apartamentos privados, o puede que algunas de las antigua viviendas pudieran hacer sido reconvertidas en otra cosa”
La oferta de Frogmore Cottage fue aceptada por los duques de Sussex a cambio de realizarle varias remodelaciones, las cuales, se estima que tuvieron un costo de 2.6 millones de dólares que pagaron con dinero de los contribuyentes, lo que generó un enorme descontento en el pueblo británico.
A pesar de que la propuesta de mudarse a Frogmore Cottage se hizo antes de que los duques de Sussex se casaran, Meghan Markle y el príncipe Harry se mudaron a su nuevo hogar antes del nacimiento de su primer hijo Archie Harrison debido a que los trabajos de remodelación se retrasaron un poco, los cuales estuvieron bajo la supervisión de la diseñadora de interiores Vicky Charles.
Aunque los duques de Sussex han sido discretos en cuanto a su hogar en Frogmore Cottage, de acuerdo con una nota del periódico británico Mirror la casa tiene los últimos avances en tecnología, como que pueden controlar varias cosas desde sus teléfonos celulares, así como la instalación de una caldera ecológica de aproximadamente 50 mil euros que les permite tener agua caliente en todo momento; además de esto, la publicación cuenta que la pareja real construyó un anexo especial para su cuerpo de seguridad privada que los protege las 24 horas del día y que, según una fuente cercana, Meghan Markle y el príncipe Harry, han discutido la posible construcción de una sala de pánico de última generación, para mayor seguridad.