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Luego de que les llovieran cientos de críticas a Meghan Markle y el príncipe Harry por usar un costoso servicio de aviones privados y hospedarse en una lujosa villa en Ibiza por el cumpleaños de la exactriz, los duques de Sussex han dado marcha atrás y ahora demuestran que también tienen gustos austeros.
De acuerdo con la revista Vanitatis, Meghan Markle y el príncipe Harry fueron captados cenando en el modesto bar inglés Rose & Crown, en Winkfield, a diez minutos en coche de su casa en Frogmore Cottage.
Se dice que el menú de los duques de Sussex consistió en un típico y sencillo asado inglés con un valor de 15 libras por persona, alrededor de 360 pesos mexicanos. El príncipe Harry acompañó el platillo con un par de bebidas, mientras que Meghan solo pidió agua.
El diario The Sun asegura que el resto de los comensales no se percataron de la presencia de Meghan y Harry, quienes llevaban en brazos al pequeño Archie, pues los duques de Sussex se movían en el lugar como si les fuera familiar.
Pese a que Meghan y Harry fueron acompañados de su equipo de seguridad y una mujer que parecía ser su secretaría particular, el matrimonio real se las ingenió para pasar desapercibido, incluso, aseguran que el tierno Archie se estuvo muy tranquilo y risueño.
“Estaban en una mesa con, supongo, su secretaria privada”, continuaba el relato de los testigos. “Meghan tuvo al bebé en brazos casi todo el tiempo. El pequeño era más bueno que el pan. No le oí llorar ni una vez. Ninguno de los otros clientes les reconoció, el personal obviamente sí, pero se comportaron con discreción. Se notaba que eran habituales del pub”. dijó una fuente a The Sun.
Este momento les cayó como anillo al dedo a Meghan Markle y el príncipe Harry, ya que podría sopesar las críticas que recibieron por parte del pueblo inglés después de los lujos que se dieron en Ibiza, destino en el que se vieron obligados a incrementar el número de su seguridad. Además, la polémica entorno a ellos incrementó cuando el príncipe William y Kate Middleton fueron captados abordando un vuelo comercial y cargando ellos mismos con sus equipaje e hijos.