Desde que Meghan Markle se casó con el príncipe Harry, la atención mediática que ha caído sobre ella parece no agradarle del todo a la duquesa de Sussex, como lo hemos visto en varios eventos públicos en los que Meghan evita a la prensa a toda costa, razón por la que periodistas como Piers Morgan la ha criticado sin descanso.
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Esta atención se agravó después de que Meghan Markle diera a luz a Archie, el primer hijo de los duques de Sussex, y la manera en que Meghan Markle ha reaccionado es siendo más hermética, como lo demostró en el bautizo de Archie que se celebró en la capilla privada del castillo de Windsor, limitando al público a dos imágenes oficiales: una con toda la familia real, y otra de Meghan Markle y el príncipe Harry con Archie en brazos.
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Según la revista People, una fuente cercana a la familia real asegura que Meghan “ha luchado con la atención excesiva” y a pesar de que estaba acostumbrada por su trabajo como actriz, en esta ocasión el nivel de la atención mediática sobre ella es demasiada.
Uno de los refugios para Meghan Markle ha sido su concuña, Kate Middleton, pues nadie mejor que ella conoce lo que es estar en el ojo del huracán por ser integrante de la familia real: De acuerdo a la fuente antes mencionada, la maternidad ha sido una buena oportunidad para escapar por un momento de la atención.