Antes de que la pandemia por coronavirus recrudeciera, Meghan de Sussex y el príncipe Harry volaron a Los Ángeles, California, para instalarse en una mansión de Malibú, y así comenzar con sus proyectos en Hollywood y tener más cerca a Doria Ragland, madre de la actriz.
Pero las cosas no han salido como pensaban y la duquesa está triste.
La esposa de Harry de Sussex y madre de Archie Harrison Mountbatten-Windsor no encuentra consuelo debido a que todos sus planes se han visto afectados por la pandemia, ni siquiera el estreno del documental "Elephant", de Disney, llamó la atención del público. Leer también: Carlos de Gales filtra foto inédita de Archie
Según informa Vanitatis, uno de los factores que más han afectado a Meghan es el hecho de no poder ver a su mamá, quien vive a 10 kilómetros de su mansión, pero debido al brote de Covid-19 no ha podido frecuentarla.
Se sabe que cuando la pandemia termine, baby Archie estará mucho tiempo al lado de su abuela en lo que sus padres, Enrique de Sussex y Meghan Markle, se dedican a trabajar y hacer crecer su marca. Leer también: El príncipe Harry no aceptará trabajos que impliquen burlas a la familia real