Meghan Markle quiso callar todos los rumores sobre su presunta infelicidad al lado del príncipe Harry y se fue de fiesta con su esposo para dar la bienvenida a un nuevo año de vida.
La actriz estadounidense no reparó el gastos y lució un ajustado vestido strapless de la firma Posse, modelo 'Theo', cuyo precio es de 239 dólares.
Para combinar su atuendo, Meghan de Sussex eligió un bolso Cult Gaia y unas sandalias sin tacón.
En cuanto al príncipe Harry, siempre se le vio detras de ella y vestido con una camisa azul y pantalón blanco.
En las fotos que "Daily Mail" obtuvo en exclusiva se ve a la pareja muy sonriente saliendo del restaurante italiano 'Tre Lune', uno de los favoritos de las hermanas Kardashian.
Esta es la segunda vez que, en menos de una semana, Meghan y Harry aparecen frente al mundo, luego de sus descalabros comerciales.
Los precios de los platillos van de los 20 a los 70 dólares.
Parece que Meghan de Susex y Enrique de Sussex están decididos a conquistar Hollywood y a silenciar todos los rumores sobre su supuesta crisis matrimonial y financiera.