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Meghan de Sussex ha comenzado a retomar sus actividades personales luego de pasar unos meses totalmente agitados tras anunciar, junto a Enrique de Sussex, su salida como miembros senior de la familia real británica, en enero pasado, de mudarse a Canadá y luego a Estados Unidos, logrando asentar su residencia en Santa Bárbara, California.
Ante esto, Meghan Markle no perdió tiempo e invitó a su amiga, la presentadora de televisión y actriz, Jameela Jamil y a su novio, el cantante James Blake, a la mansión que acaba de comprar con Harry en el barrio de Montecito, una exclusiva zona donde también tiene su casa celebridades como Ellen DeGeneres y Oprah Winfrey. Según información que circula en la web, los duques pagaron por esta propiedad la suma de 14 millones 650 mil dólares y cuenta 20 mil metros cuadrados de superficie, en donde se levanta una casa de mil 300 metros que tiene con nueve habitaciones y 16 baños.
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Sin embargo, lo que más genero polémica de la visita de Jamil a la casa de los duques, el pasado 23 de agosto, fue que llegó tan sólo un día después de que Jameela hiciera una dura publicación en su cuenta de Twitter en donde sacó a relucir la relación entre el príncipe Andrés, tío de Harry y, el financiero Jeffrey Epstein, quien según las autoridades, de suicidó en su celda en Nueva York antes de ser enjuiciado por tráfico sexual de menores.
I *THINK* they may be more embarrassed by their alleged resident pedo Andrew who was besties with a sex trafficker, than an American supporting women voting in her own country, and loosely referencing the importance of general democracy which is being threatened here currently. https://t.co/HtnOoc7Zgs
— Jameela Jamil (@jameelajamil) August 22, 2020
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(Meghan Markle y el príncipe Harry / Pool New )
Jamil, que no se quedó callada para defender a su amiga, continúo diciendo al columnista de "The Sun" que Meghan era una estadounidense que apoyaba a las mujeres de su país y, que en dicha entrevista, hizo referencia vagamente a la importancia de la democracia general que está amenazada actualmente en Estados Unidos. No obstante, fue un paso más allá y escribió que desacreditan a Meghan porque no pueden matarla, ya que es una mujer inteligente, obstinada, rebelde, hermosa y feliz que representa una amenaza para el patriarcado.