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La muerte de Diana de Gales sigue siendo motivo de investigaciones. El médico que la atendió aquella noche del fatal accidente, MonSef Dahman, habló por primera vez de su impacto de ver a la princesa del pueblo grave y tendida sobre una camilla en la sala de emergencias del hospital Pitié-Salpêtrière de París.
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El diario "Daily Mail" publicó en exclusiva el acercamiento que tuvo con el especialista y confirmó que no le dio ningún pago a cambio de sus declaraciones. En el texto se explica que MonSef Dahman decidió romper el silencio para reiterar cómo, en contradicción con las teorías de conspiración que aseguran que su muerte fue parte de un complot, el personal médico hizo todo lo posible para salvar a Diana.
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El médico contó que en esa temporada del año no había tomado las vacaciones que le correspondían porque su esposa estaba embarazada de su segundo bebé y tuvo que laborar en todo el verano. Su horario de ese fin de semana había comenzado a las 8 de la mañana del sábado. "Todavía estaba de servicio a las 2 de la mañana del día siguiente, aunque, por supuesto, no era una actividad continua. Tuve momentos de descanso. De hecho, si mal no recuerdo, fue un día bastante fácil. No tuve que lidiar con nada demasiado difícil", contó al tabloide inglés.
Pero todo cambió. El auto de la marca Mercedes Benz en el que viajaba la mamá de los príncipes William y Harry se estrelló en el túnel de Alma alrededor de las 12:23 horas de la mañana y los médicos trataron de curarla en el mismo lugar del percance. Al ver la gravedad de su estado, llamaron a una ambulancia y ahí sufrió el primer paro cardíaco.
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"Estaba descansando en la sala de servicio cuando recibí una llamada de Bruno Riou, el anestesista principal de servicio, diciéndome que fuera a la sala de emergencias. No me dijeron que era Lady Diana, pero que había habido un accidente grave que involucró a una mujer joven", narró el especialista.
"La organización del hospital Pitié-Salpêtrière era muy jerárquica. Cuando recibes una llamada de un colega de alto nivel, eso significaba que el caso era particularmente serio", continuó, "luego me di cuenta de la verdadera seriedad de las cosas".
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"Para cualquier médico, cualquier cirujano, es de gran importancia enfrentarse a una mujer tan joven que se encuentra en esta condición. Pero, por supuesto, más aún si es una princesa".
El "Daily Mail" explicó que muchos detalles sobre la condición de la princesa del pueblo fueron omitidos por el médico debido a su ética profesional y que también los editores del diario han ocultado detalles a manera de respeto a sus dolientes.
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La princesa Diana tenía una "hemorragia interna muy grave" y tuvo que recibir una transfusión sanguínea de tipo O-, ya que no se tenía su grupo sanguíneo. Sin embargo, sufrió otro paro cardíaco y en medio de una operación, Dahman vio que la princesa había sufrido un desgarro significativo en su pericardio y un desgarro en la vena pulmonar superior izquierda.
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"Probamos descargas eléctricas, varias veces y, como había hecho en la sala de emergencias, masaje cardíaco. El profesor Riou le había administrado adrenalina pero no pudimos hacer que su corazón volviera a latir", dijo el médico. "Luchamos duro, lo intentamos mucho, realmente muchísimo. Francamente, cuando estás trabajando en esas condiciones, no notas el paso del tiempo. Lo único que es importante es que hagamos todo lo posible por esta joven".
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Y agregó: "Hicimos traer gente a Pitié-Salpêtrière que estaba en muy mal estado, más grave que Diana cuando llegó. Es uno de los mejores centros de Francia para este tipo de emergencias traumáticas. Y salvamos a algunas de esas personas, lo que nos hizo especialmente felices y orgullosos. Pero eso no sucedió aquí. No pudimos salvarla. Y eso nos afectó mucho".
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"Siempre es una gran decepción ver a alguien joven dejarnos. También sufres un gran cansancio físico por la energía que has gastado tratando de salvarla. Y así estábamos particularmente destrozados y cansados. Al final, estábamos destrozados".
El médico MonSef Dahman recordó lo que ocurrió después de la muerte de la princesa Diana de Gales y la frenética búsqueda de la prensa por encontrar lo que fuera sobre la nuera de la reina Isabel II. "Vimos gente disfrazándose como médicos, empujando carritos, tratando de obtener información. Hubo mucha presión sobre nuestra seguridad". Y recordó cuando su calzado quería ser comprado por un fanático porque tenía gotas de la sangre de Diana.
"Es tan terrible que esta hermosa persona haya tenido un final tan trágico".