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La reina Margarita de Dinamarca sorprendió al anunciar que a partir del 1 de enero de 2023, sus nietos, los cuatro hijos del príncipe Joaquín de Dinamarca, dejarán de utilizar el título de príncipes.
Aunque la Reina sustentó su decisión al explicar que su deseo es que tengan una vida sin "estar limitados por consideraciones especiales u obligaciones", ciertamente empata con la ideología que muchas monarquías están planteando: reducirse para demostrar que atienen a las problemática sociales.
Sin embargo, la condesa Alejandra de Frederiksborg, esposa del príncipe Joaquín de 1995 a 2005, no dudó en expresar su sentir ante la decisión que tomó la reina, la cual impacta la vida de sus dos hijos, el príncipe Nikolai, de 23 años, y el príncipe Félix, de 20 años.
(El príncipe Nikolai y el príncipe Félix, los dos nietos mayores de la reina Margarita / Instagram)
"Todos estamos confundidos por la decisión. Estamos tristes y en estado de shock. Los niños se sienten marginados. No pueden entender por qué les están quitando su identidad", expresó la condesa de Frederiksborg, título que le fue otorgado por la monarca luego del divorcio de su hijo.
De acuerdo con el mismo comunicado compartido a la revista "Billet Bladet", Alejandra Christina Manley y sus hijos se sienten desolados y con un sentimiento de injusticia.
De la misma forma, el príncipe Joaquín, de 53 años, y su actual esposa, la princesa Marie, quienes son papás del príncipe Henrik, de 13 años y la princesa Athenea, de 10 años, están sorprendidos y tristes por la noticia.
(El príncipe Félix, la princesa Marie, el príncipe Joaquín, la princesa Athena, el príncipe Henrik y el príncipe Nikolai durante el 50 aniversario del reinado de Margarita II. Septiembre de 2022 / AP)
Vale recordar que el príncipe Joaquín de Dinamarca fue contratado en París para desempeñar un puesto diplomático. Su mala relación con su hermano, el futuro rey Federico, lo tiene al borde de la renuncia a la monarquía. El hijo menor de la reina Margarita trabaja para la Defensa en la embajada danesa de París y, al parecer, no tiene la menor intención de regresar pronto.