Foto: EFE
En la que fue la primera gran boda después de la pandemia de la alta sociedad española, el sábado 22 se casaron por la iglesia, en el legendario hogar madrileño de los duques de Alba, el Palacio de Liria, Carlos Fitz-James Stuart, conde de Osorno, y Belén Corsini, uniendo a la aristocracia española con la élite empresarial de aquel país.
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El novio, de 29 años, es el hijo menor del actual duque de Alba --y, por tanto, nieto de la legendaria Cayetana de Alba--, y de Matilde Solís, hija de los marqueses de la Motilla, de quien el duque, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, está divorciado desde el año 2000. Por su parte, la novia, de 32 años, es hija de Juan Carlos Corsini Muñoz de Rivera y de Mónica de Lacalle Rubio, miembros de "la tribu", como se conoce a su extensa familia, una de las dinastías inmobiliarias más ricas de España (Corsán).
La ceremonia fue mucho más íntima --debido a la pandemia--, que en la que se unieron en 2018 el hermano del novio y futuro duque de Alba, Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo, duques de Huéscar, en la que hubo más de 300 invitados, entre ellos, la reina Sofía de España. En esta ocasión, solo acompañaron a los novios su familia y amigos más cercanos, sin embargo, no por eso dejó de ser un elegantísimo enlace.
El padre Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, confesor de la famila de Alba y los novios. (Foto: EFE)
Belén lució un hermoso vestido de la casa española de novias y ceremonia Navascués, de Cristina Martínez-Pardo Cobián, muy sencillo al frente, de escote en V, largas mangas abullonadas y una impresionante cola removible de delicado tul, bordada con pequeñas florecitas, y aunque se esperaba que luciera alguna de las famosas tiaras de la duquesa de Alba, la novia se decidió por un sencillo adorno ---de diamantes, eso sí-- acomodado alrededor de una coleta alta y un par de aretes de su familia. Ninguno de sus accesorios era del famoso joyero de la casa de Alba. Su arreglo corrió a cargo de Álvaro Talayero, el favorito por excelencia de la alta sociedad española.
Los novios y sus pajes. (Foto: EFE)
Por su parte, el novio lució el elegante uniforme rojo de maestrante por su pertenencia a la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, el mismo que lucieron su hermano y su padre en sus respectivos matrimonios.
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Los jardines del palacio, donde se celebró la boda, fueron espectacularmente decorados con cientos y cientos de flores. Desde muy temprano, la gente se reunió a las afueras del palacio para poder echar un vistazo a los novios y a sus invitados. Entre ellas, las más fotografiadas fueron la duquesa de Huéscar, Sofía Palazuelo; la socialité Inés Domecq; Alejandra Corsini, prima de la novia; Alejandra Domínguez, con un colorido traje pantalón hecho a la medida y Brianda Fitz-James Stuart, prima del novio, con un vestido tornasolado del diseñador español Juan Duyos.
La abuela del novio fue la afamada Cayetana Fitz-James Stuart, la 18ava. duquesa de Alba, miembro del jet set y amiga de personalidades como la princesa Grace de Mónaco, la duquesa de Windsor y hasta de Audrey Hepburn; fue anfitriona de un desfile de Yves Saint Laurent en el Palacio de Liria, cuando éste aún trabajaba para Christian Dior; fue fotografiada por grandes artistas de la lente como Richard Avedon y Cecil Beaton y fue figura primerísima en la aristocracia española y en su alta sociedad, en la que reinó hasta el día de su muerte. La duquesa poseía en vida más de 40 títulos nobiliarios, más que prácticamente ninguno de sus nobles contemporáneos, y fue inmensamente rica.
Uno de los invitados más esperados por la prensa del corazón era Cayetano Martínez de Irujo, tío del novio y exesposo de la socialité mexicana Genoveva Casanova; sin embargo, el duque de Arjona y conde de Salvatierra no estuvo presente en el enlace debido a que estaba hospitalizado, recuperándose de una intervención quirúrgica. Sin embargo, su novia, Bárbara Mirjan, llegó, sola y elegantísima, convirtiéndose en una de las invitadas más perseguidas por la prensa.
Otro de los asistentes que sorprendieron fue el viudo de la duquesa de Alba, Alfonso Diez, quien, con su asistencia, acalló los rumores de sus diferencias con la familia de su esposa.