Ante la crisis de representación que se vive actualmente dentro de la familia real británica, luego del anunció de la princesa Catherine de Gales que padece cáncer, parece que la monarquía inglesa se ha ido apagando poco a poco. Cuánto se extraña la presencia de Kate Middleton pero gracias a enlaces como el de hoy es que podemos aminorar esa nostalgia que nos dan las grandes bodas reales de antaño.
Hoy contrajeron matrimonio, Hugh Grosvenor, duque de Westminster, de 33 años, y su ya esposa, Olivia Henson, quien se ha encargado de que esta celebración sea probablemente la primer boda royal sostenible ya que todas las flores usadas en ésta serán prensadas y convertidas en obras de arte sostenibles en vez de desecharse y acabar en la basura.
La atención que se le ha dado a este enlace no es poca pues se trata de la boda del hombre con menos de 40 años más rico del Reino Unido con una fortuna de 10.42 millones de libras que además para completar su pedigrí es sobrino del rey Carlos III y padrino del príncipe George, hijo de William de Gales y de Archie, primogénito del príncipe Harry.
¡Y llegó la novia!
Minutos antes de las 12 del día arribó Olivia Henson acompañada de su padre, Rupert Henson, en un Bently del año 1930 y cuando bajó de éste pudimos ver al fin el secreto mejor guardado, el vestido nupcial creación de Emma Victoria Payne. Se trata de un modelo clásico de corte minimalista con apenas algunas aplicaciones de encaje en las mangas, cuello y escote en la espalda que quedaba al descubierto. El diseño del encaje estuvo inspirado en el velo que llevó su tatarabuela en el año 1880. La caída de la falda era recta en A con una cola desmontable de pocos metros.
Una invitada imprescindible en este tipo de celebraciones es por supuesto la tiara que en el caso de Olivia pertenecía a la familia de su hoy ya esposo. La tiara Myrtle Wreath fue elaborada en 1906 por Fabergé diseñada con hojas de laurel entrelazadas con diamantes y montura de platino. La novia además llevaba también unos discretos pendientes de perlas y diamantes así como su anillo de compromiso. Teniendo en cuenta el nivel de joyero que posee la familia Grosvenor la verdad es que Olivia se quedó corte en joyas.
El ramo de novia estaba compuesto por diversas flores cortadas directamente de los jardines del palacio familiar del novio, el Eaton Hall.
Lo más llamativo de su look definitivamente fueron los zapatos de terciopelo en color azul con un tacón y una lazo XL que sin duda fue de lo más comentado del día e hizo levantar la ceja de más de una invitada. A su llegada a la catedral un viento fuerte puso en aprietos a su hermana que le ayudaba con la cola.
La entrada de la catedral estaba adornada por un impresionante arco de flores, ya adentro los nuevos duques de Westminster se dieron el “sí quiero” y ante 400 invitados teniendo como música de fondo la del Coro de la catedral dirigida por Philip Rushford organista y Maestro de Coros de la Catedral de Chester.
Un novio espléndido
Hugh, duque de Westminster quiso agradecer a los pobladores de Chester por su entusiasmo ya que desde muy temprano las calles estaban agolpadas por la entusiasta multitud y llevan muchas semanas preparando la ciudad para el gran día. Así que el duque ha hecho un gran pedido a la Cheshire From Ice Cream con sede en el Chester Market para que den a todos los pobladores helado y bizcocho de limón gratis idéntico al pastel de bodas de los duques y que se servirá en el banquete. Un dato curioso es que no hizo público el lugar del banquete quizá para salvaguardar la privacidad de sus invitados entre los que están la princesa Eugenia quien fue compañera de escuela de la novia en el Marlborough College, lugar donde también estudió Kate Middleton. El gran ausente fue el príncipe Harry, también gran amigo del novio.
William llegó solo
El invitado de honor fue sin duda el príncipe William que como era de esperar llegó solo sin Kate quien acaba de terminar la primera etapa de las quimioterapia y que será en agosto cuando termine definitivamente el tratamiento en espera de los resultados.
El futuro rey de Inglaterra fue el encargado de recibir a los 400 invitados mientras que los reyes Carlos III y Camila no asistieron por recomendación médica ya que sabemos que el monarca se recupera también de un cáncer.
Los príncipes de Gales continúan siendo el centro de la polémica aun cuando Kate aclaró en marzo la razón de su ausencia los rumores después de ello no cesan.
Muchas teorías conspiracionistas han surgido y algunas que nos parecían increíbles hoy ya no nos sorprenden tanto. Lo único cierto y verdaderamente preocupante es que la ausencia de Kate se hace permanente y la presencia de Rose Hanbury es más notoria.
Hay que decir que ninguna ausencia y mucho menos alguna presencia en el entorno de la familia real británica es casualidad. Hoy, en la boda de los duques de Westminster, Rose aparecía en la lista de confirmados aunque no se le vio llegar entre las invitadas.
Algo que llama mucho la atención es que el lugar del banquete nupcial no está del todo claro. Medios ingleses han especulado sobre eso y es muy probable que Rose llegue directamente al festejo. Lo que no se sabe es si asistirá junto a su todavía esposo David.
Mientras se confirma si Rose asistió o no al enlace hay que decir que la boda de los duques de Westminster ha ayudado y mucho en la agenda real de este 2024 tan desangelada y todavía falta medio año. ¡Qué falta hace Kate!
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