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Diana de Gales, lo sabemos, fue una mujer multifacética. Tan pronto era una seria filántropa como una traviesa adolescente; lo mismo jugaba y corría con sus hijos, que daba lecciones de glamour en la misma noche, en cualquiera de las cientos de galas a las que asistió. Era tan sexy y desenvuelta como seria y tímida, pero algo que no puede negarse es su amor por la moda.
Diana adolescente. (Foto: AP)
Antes de casarse, siendo una adolescente, su guardarropa realmente no destacaba, pero el buen gusto y las bases de lo que se convertiría en su emblemático estilo ya estaban ahí. Una vez siendo uno de los miembros más destacados de la familia real inglesa, dio cátedra de como ser una mujer moderna y formal al mismo tiempo, cosa que las mujeres Windsor no habían logrado. A pesar de la rebeldía de la princesa Margarita y la juventud de la princesa Ana, ambas siguieron siempre la línea marcada por la reina Isabel, quien es un modelo de propiedad al vestir, pero nunca podría llamarse un ícono de la moda.
(Foto: EFE)
Diana trajo a la familia real británica estilo, modernidad y el equilibrio justo entre informalidad y elegancia que requería una posición como la suya: esposa del futuro rey de Inglaterra. Usaba jeans ocasionalmente, sí, pero los combinaba, quizá, con blazers de elegante corte, jamás se la vio desaliñada.
Es difícil expresar el grado de influencia que ejercía en el estilo de las mujeres alrededor del mundo, incluso hasta el momento de su muerte, en 1997. Aún las más alocadas y rebeldes reconocían su elegancia y quizá, aún sin querer, imitaban alguno de sus outfits.
Diana cambió para siempre la forma en la que las royals modernas se visten. En ese sentido hubo un "antes de Diana" --aburrido y un tanto cursi--, y un "después de Diana", moderno, elegante, glamouroso, sin rayar jamás en la extravagancia o en la exageración. Ejemplos de la forma de vestir que ella inició son Máxima de Holanda, Mary de Dinamarca, Letizia de España y, por supuesto, su nuera, Kate Middleton.
(Foto: AP)
Quienes formaron en algún punto parte su "equipo" de moda, de acuerdo con el diario "The Telegraph", hoy coinciden en que seguramente seguiría rompiendo paradigmas porque realmente amaba la moda. Aconsejada por Anna Harvey, entonces una de las editoras de "Vogue", su guardarropa evolucionó de las poquísimas prendas que poseía de adolescente a convertirse en una colección del mejor diseño inglés de la época, sin mencionar los nombres internacionales más importantes en la moda. En su armario colgaban las etiquetas de Bruce Oldfield, Catherine Walker, Zandra Rhodes, Jasper Conran, Rifat Ozbek y Stephen Jones, hasta Chanel, Versace y muchos otros nombres reconocibles.
La forma de vestir de Diana se ajustaba perfectamente al protocolo real, pero era siempre contemporánea. Adoptó y perfeccionó un estilo y fue fiel a él, independientemente de lo que estuviera o no de moda. Sabía quien era y lo reflejaba en sus looks, una lección que serviría a todo el mundo.
De acuerdo con lo que el diseñador Jasper Conran dijo a "The Telegraph", Diana habría envejecido muy bien. "Ya iba al gimnasio todos los días, estoy seguro de que se mantendría en forma" dijo. Añadió que "seguramente estaría haciendo documentales y películas como plataformas para sus campañas. Pero seguramente, aún habría cenas de gala, ella no podpia evitar ser glamourosa".
Su estilista ocasional, Sam McKnight, coincide con Conran en que se habría mantenido en forma: "Creo que algunos de sus vestidos de Catherine Walker o alguno de sus trajes pastel de Versace harían su reaparición, porque aún le quedarían bien y por aquello de la sustentabilidad", comentó al diario. "Creo que habría seguido siendo sencilla pero elegante y clásica, con un excelente ojo para el color; sin embargo, no creo que hubiera seguido la tendencia de dejarse las canas ¡le encantaban sus luces doradas, y con mucha razón!", añadió.
Mary Greenwell, su maquillista ocasional, dijo por su parte que cree que seguramente para este momento se hubiera hecho algunos "arreglillos".
"Creo que habría sucumbido a algunos procedimientos, pero estoy segura de que se habría alejado de la cirugía plástica. Hay una gran diferencia entre los skinceuticals de hoy en día con la cirugía. Los primeros mejoran el tono y textura de tu piel, pero la segunda cambia la estructura de tu rostro, no creo que hubiera querido hacer eso", dijo.
"En cuanto a su forma de vestir, no creo que hubiera cambiado en lo fundamental, no habría tenido por qué. Además con esas larguísimas piernas, todo le quedaba bien", concluye.
Uno de sus diseñadores de cabecera, Bruce Oldfield, además de comentar que "podría enseñar a los activistas de hoy en día una o dos cosas" y que "no tendría paciencia con las tribus políticamente correctas de la actualidad", dijo: "Diana adoraba tomar el sol, así que seguramente eso le estaría pasando la factura en este momento, pero su madre y sus hermana envejecieron con mucha elegancia, así que probablemente ella lo haría también. La veo como una Lauren Hutton o una Audrey Hepburn, luciendo orgullosamente su edad".
Al respecto de su status como ícono de la moda, añadió: "Creo que gradualmente, la princesa Diana habría dejado de interesarse en la moda por temor a que no se la tomara en serio, pero sí creo que habría reciclado muchas de sus prendas para tomar una posición respecto a la sustentabilidad. Siento que si hubiera tenido que escoger entre la filantropía y la moda, la moda habría salido perdiendo".
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