El mundo está a días de vivir una de las fiestas decembrinas más atípicas de la historia y es que a consecuencia de la expansión del coronavirus y los altos índices de mortandad que ha dejado durante este año, se han suspendido diversas celebraciones emblemáticas, no solo para celebrar la Navidad, sino también para darle la bienvenida al Año Nuevo.
Estas medidas no solo afectan a la población en general, las personas más poderosas del mundo también resienten las consecuencias de las decisiones sanitarias, tal es el caso de la reina Isabel II del Reino Unido, la monarca más famosa de la realeza europea, quien se quedará en el castillo de Windsor para ver pasar la Navidad, algo que no hacía desde 1987, pues por más de 30 años se trasladaba a Sandringham House, su propiedad vacacional favorita que tiene 32 kilómetros cuadrados de terreno y en la que se encuentra el Criadero Real de caballos.
(Sandringham House / AP)
“Habiendo considerado todos los consejos apropiados, la reina y el duque de Edimburgo han decidido que este año pasarán la Navidad tranquilamente en Windsor”, dijo una fuente oficial de la familia real a los medios de comunicación, lo que rompería con muchos años de tradición en la que la reina convocaba a toda la familia real británica a pasar estas fechas decembrinas a este pueblo al norte del condado de Norfolk, de hecho, tampoco asistirán a misa como cada 25 de diciembre lo hacían. Leer también: La nueva arma de la reina Isabel II contra el Covid-19: guantes antivíricos
A pesar de ya se confirmó el lugar donde estará la reina, lo que falta por saber es quiénes exactamente pasarán estas celebraciones con la monarca, pues según las restricciones inglesas, se pidió que solamente fueran dos familias con hijos las que convivieran en el mismo espacio. Leer también: 10 datos interesantes de la coronación de la reina Isabel II
(Castillo de Windsor / Tin Ockenden)