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Ha pasado un año desde que la familia real de Noruega revelara por medio de un comunicado que Mette Marit, princesa del país había sido diagnosticada con una fibrosis pulmonar, en ese entonces se generó gran preocupación por la futura reina que tuvieron que restringir sus compromisos públicos junto a su esposo, el príncipe heredero Haakon.
Lo cierto es que Mette-Marit ha llevado una vida pública en equilbrio, tanto así que a los eventos a los que ha asistido siempre luce una franca sonrisa, pues lejos de estar preocupada, está comenzando a vivir con su enfermedad. En una entrevista que dio durante su viaje en el Tren de la Literatura a Alemania dijo que está consciente de su realidad. “Soy consciente de mi estado de salud pero no quiero que se le preste mucha atención”.
La princesa Mette-Marit también compartió con el público cómo es que la enfermedad le ha perjudicado en su día a día. “Ahora me siento más cansada que antes y tengo que cuidarme más de lo que solía hacer”. Con la fibrosis, la princesa de Noruega se ha visto en la necesidad de llevar una vida más tranquila. “Tengo más poder de decisión sobre mi vida diaria, y eso es muy bueno para mí. Puedo salir a pasear y tengo más tiempo para leer. Es como si mi vida hubiera disminuido la velocidad”, dijo Mette-Marit.
En cuanto a su familia, Mette Marit siempre ha contado con su apoyo y en esta nueva etapa de su vida, su hijo mayor Marius, a quien tuvo con su expareja, regresó a vivir a Noruega, pues redicaba en Londres donde trabajaba en la revista Tempus Magazine. Te puede interesar: Mette-Marit de Noruega se reencuentra con su hijo Marius, hijo también de un ex convicto