La familia real de Noruega vuelve a estar en el centro de atención, esta vez por una noticia que ha generado gran inquietud: el estado de salud de la princesa Mette-Marit.
Fue en 2018 cuando, por primera vez, la Princesa anunció que padecía una “variante de fibrosis pulmonar”. Desde entonces, Mette-Marit de Noruega ha hablado abiertamente sobre las limitaciones que la enfermedad impone en su vida.
Pese a todos los tratamientos que ha recibido en el Rikshospitalet de Oslo, la fibrosis pulmonar afecta su día a día, una consecuencia que confirmó la reciente actualización de su estado de salud.
Recientemente, la Casa Real emitió un comunicado para confirmar que la fibrosis pulmonar que Mette-Marit padece desde 2018 ha avanzado, obligándola a reducir aún más su agenda oficial.
El mensaje detalla que la esposa del príncipe heredero Haakon enfrenta síntomas diarios que afectan su capacidad para cumplir con los compromisos de su agenda. “La Princesa Heredera necesita más descanso y su rutina está cambiando más rápidamente que antes”.
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Debido al padecimiento, los ajustes en su agenda serán más frecuentes e incluso inesperados. No obstante, la princesa Mette-Marit de Noruega mantiene un firme deseo de seguir desempeñando su papel dentro de la monarquía, siempre que su estado lo permita.
La fibrosis pulmonar es una enfermedad crónica y progresiva que causa cicatrización en los pulmones, lo que dificulta la respiración y reduce la cantidad de oxígeno que llega al cuerpo. Con el tiempo, el tejido pulmonar se endurece y pierde su flexibilidad, lo que hace que los pulmones funcionen de manera menos eficiente.
Este anuncio llega en un momento complicado para la Casa Real. Mientras el rey Harald, de 87 años, enfrenta recurrentes problemas de salud, la familia también se ha visto envuelta en una crisis mediática debido a las acusaciones de violencia y agresión sexual que han afectado a Marius Borg Hoiby, hijo de la princesa e hijastro del príncipe Haakon.
Esta controversia ha generado gran presión sobre Mette-Marit, afectando aún más su bienestar, debido a que se trata de una polémica que no solo señala a su hijo como agresor, sino que también lo involucra en problemas respecto a su salud mental y rehabilitación.
En los últimos meses, la Princesa ha reducido significativamente sus apariciones públicas, sin embargo, como lo afirmó el comunicado, la salud de Mette-Marit de Noruega es la prioridad.
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