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Keisha Omilana era una modelo más que buscaba hacer brillar su carrera anunciando productos y caminar en la pasarela, cuando su belleza cautivó a un Príncipe desconocido para ella. Es más, ni cuenta se dio cuando el heredero de la casa gobernante Arugbabuwo la vio hablando por teléfono en una calle neoyorkina. Era la Semana de la Moda de Nueva York 2004.
"Eres la persona más hermosa que he visto en toda mi vida. ¿Me harías el honor de tener tu número?", le dijo el Príncipe hasta entonces desconocido. Ella primero se inventó que tenía novio pero luego, le dio su teléfono, de acuerdo con el sitio "Nigeria Abroad".
(Foto: Instagram @keishaomilana)
El príncipe flechado era Adekunle 'Kunle' Adebayo Omilana, heredero de una dinastía que, hasta hoy, se desconoce el alcance de su poder en África pero que goza de una posición socioeconómica muy acomodada. Actualmente en ese continente hay muchas tribus reinantes pero no todas tienen a un príncipe heredero, como Adekunie, de Nigeria.
Dos años después de su acercamiento y posterior noviazgo, Keisha y Adekunle se casaron en 'The Water Club', Manhattan.
Keisha se enteró de la importancia real de su novio hasta que el compromiso de boda ya era un tema familiar. La modelo comenzó a ser llamada por su suegra como "mi princesa", pero ella creía que era una manera de expresarle su cariño y no porque realmente, después de la boda, se convertiría en una.
"Pero bueno, fue bueno saberlo, pero eso no cambió nuestro estilo de vida. En cambio, lo hubiera hecho si hubiera aceptado convertirse en Rey de Nigeria, ahí es cuando todo cambia y literalmente renuncias a la vida tal y como la conoces", confesó Keisha Omilana. "No mantendríamos nuestros propios horarios y no tendríamos el lujo de viajar cuando queramos".
La pareja también se quería casar en Nigeria pero los conflictos políticos impidieron la gran ceremonia, así que esperan hacerlo en otra ocasión para la renovación de sus votos matrimoniales.
De acuerdo con "Daily Mail", los gobernantes de tradición fueron despojados de su poder constitucional en 1963 pero sus descendientes siguen siendo custodios de la ley y el orden.
Tras renunciar a sus derechos como heredero al trono - igual que Harry y Meghan - el príncipe Adekunle 'Kunle' Adebayo Omilana y Keisha han vivido en Nueva York, Dubai, Chipre y Londres, donde actual residen con sus dos hijos. Diran, el niño, y Dior, la niña.
La princesa Keisha, como Meghan Markle, nació en California
La princesa Keisha, como ahora se llama, ha contado que cuando llegaron a vivir a Londres también sufrieron discrimación, como lo ha contado Meghan Markle, estadounidense casada con el príncipe Harry del Reino Unido, pero explicó que el rechazo no fue por ser negros.
"Ni siquiera es algo racista, en cuanto a que seamos negros. Cuando se trata de Inglaterra, lo que he aprendido después de estar allí durante 7 años es que es algo por ser no británico. Lo mismo está pasando mi amigo australiano que no es negro", contó la todavía modelo.
Recientemente, la princesa Keisha Omilana fue invitada al panel "Representación real", organizado por "Insider", junto a la princesa Sarah Culberson, de Sierra Leona. El evento ocurrió en febrero, y se le preguntó sobre la monarquía británica y, especialmente, sobre la polémica posición de Meghan Markle y el príncipe Harry.
Keisha, honesta, dijo que aunque renuncias a tus deberes reales no puedes olvidar que se lleva en la sangre a la realeza y a los deberes que esto conlleva.
"Estás atado a la tradición y la cultura. Cuando eliges renunciar a los deberes reales, no significa que le estés dando la espalda a la monarquía, haciendo la vista gorda o rindiéndote", dijo Keisha. "Cuando eres real y está en tu sangre, ¡está en tu sangre!. Eres real, nunca dejarás de ser real", agregó.
"Lo apoyo. Puedo verlo porque es lo que el príncipe Kunle y yo hemos hecho pero en una escala diferente".
(El príncipe Kunle Omilana y la princesa Keisha en el evento benéfico "Haiti Cherie". 3 de febrero de 2011 / Getty Images)
Keisha también aseguró que si Kunle se llegara a convertie en Rey, no podrían dormir "en la misma cama", tampoco podría usar bikinis y tendrían que cumplir con estrictos horarios y obligaciones reales. Y eso, se tiene que asumir.
