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La realeza japonesa podría sufrir un drástico cambio que cambiará por completo años de historia y la forma en la que las mujeres participan activamente como miembros de la monarquía, quizá, incluso, algún día este país tenga una emperatriz en lugar de un hombre sentado en el trono.
En la actual monarquía de Japón solo descendientes masculinos de la línea imperial paterna ascienden al Trono del Crisantemo. Es por eso que después de que el actual emperador, Naruhito, deje el cargo, su sobrino Hisahito, hijo de su hermano menor Fumihito y Kiko de Akishino, será quien lo releve en lugar de su única hija, la princesa Aiko, pues en esta isla las mujeres no pueden ocupar cargos de poder.
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Foto: AP
Pero las cosas podrían cambiar por completo para las mujeres de la realeza japonesa. Este martes, a través de un programa de Internet, el ministro de Defensa, Taro Kono, quien tiene intenciones de ser el siguiente primer ministro de Japón, advirtió sobre las consecuencias negativas que tiene mantener el actual sistema de sucesión imperial, que permite solo descendientes masculinos de la línea paterna ascender al trono.
Indicó que se debe iniciar un debate a nivel nacional en el que se ponga sobre la mesa la posibilidad de permitir emperatrices o emperadores que provengan de la línea materna y restaurar el estatus de royals a aquellos que dejaron la familia poco después del final de la Segunda Guerra Mundial."Mantener el sistema de sucesión imperial de línea masculina es la opción más deseable", dijo Kono.
De acuerdo con el diario “The Asahi Shimbun”, Kono citó los casos de la emperatriz Masako y la princesa heredera Kiko y dijo que posiblemente las mujeres de la casa imperial no querrían casarse en el futuro.“Se enfrentarían a una presión increíble para tener un hijo”, dijo Kono. Cabe señalar que Masako atravesó por una fuerte depresión que se le desarrolló a causa de no poder darle un hijo varón a Naruhito.
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El ministro de Defensa también se pronunció a favor de que las mujeres miembros de la Casa Imperial retengan su estatus real, incluso, después del matrimonio y de que establezcan su propia línea familiar imperial. Según la práctica actual, las mujeres deben abandonar la casa imperial al contraer matrimonio con un plebeyo.
Uno de los caso más recientes de esto fue lo que sucedió con la princesa Mako, la princesa japonesa que renunciará a la realeza por amor, quien es la primera nieta del emperador Akihito e hija del príncipe Akishimo, ella se unió en matrimonio con Kei Komuro, un joven de su edad, pero que es un plebeyo, por lo que ella está dispuesta a renunciar a su estatus real y a sus derechos.
Las palabras del ministro de Defensa han regresado la fe y esperanza de que la princesa Aiko pueda ser la primera emperadora que llegue al trono en miles de años, además, de cambiar por completo el panorama de las funciones de las mujeres en el poder.