Ni los más de 10 millones de dólares que les costó la mansión han librado que Meghan Markle y el príncipe Harry se encuentren en una batalla por su casa, la cual, se ha visto envuelta en una nube de olor nauseabundo.
Ubicada en el lujoso barrio de Montecito, los duques de Sussex tienen menos de dos años con su propiedad que, al parecer, les ha dado más dolores de cabeza que lo que nunca se imaginaron.
(Meghan y Harry se casaron el 19 de mayo del 2018 / AP)
Resulta que la actriz y el príncipe tienen cerca de su casa el refugio de Aves Andrée Clark, que tiene un pantano de agua salada de 42 acres, dio a conocer "Mirror", el cual, despide olores nada agradables en ciertas épocas del año.
“Los problemas de olores son esporádicos y, a veces, empeoran en algunas condiciones. He visto a muchos propietarios cerrar sus ventanas cuando llega el viento”, comentó Cameron Benson, gerente de agua potable de Santa Bárbara.
(EFE)
Pero ese no ha sido la única batalla de Meghan Markle y el príncipe Harry contra los malos olores. También se sabe que la polémica pareja han estado sorteando el fuerte aroma a cannabis de una granja de cultivo que está cerca de su mansión.
Por esa razón, se cree que Meghan y Harry ya emprendieron la aventura de buscar otro lugar donde sus dos hijos, Archie de 2 años, y Lilibet de 7 meses, puedan jugar y crecer sin el peligro de enfermarse.
Harry de Sussex y Meghan de Sussex adquirieron su mansión en junio de 2020 a través de una hipoteca, tras renunciar a sus roles senior en la familia real del Reino Unido. Su enorme propiedad consta de una biblioteca, oficinas, spa con sauna, un gimnasio, cine privado, bodegas y un uestacionamiento para cinco autos.
Además de extensos jardines, árboles frutales, granja de pollos, cancha de tenis y áreas de juegos para niños.