Kate Middleton, esposa del príncipe William, este fin de semana asistió como una aficionada más a la Copa Mundial de Rugby celebrada en Francia para apoyar a la Selección de Inglaterra que en los cuartos de final se enfrentó y venció a Fiji con un marcador de 30 puntos sobre 24.
Sin embargo, uno de los momentos más divertidos e inesperados del partido, realizado en el estadio Vélodrome de Marsella, ocurrió en las gradas cuando un fanático levantó una pancarta con un mensaje especial dirigido a la princesa de Gales, quien desde febrero del 2022 es madrina de la Rugby Football League, cargo que anteriormente era del príncipe Harry.
Kate Middleton, luciendo un sofisticado conjunto de pantalón de vestir negro con blazer blanco perteneciente a Zara, reloj Cartier y pendientes de Lenique Louis, fue captada muy risueña mientras disfrutaba del partido de rugby, uno de sus deportes favoritos. Entre sus acompañantes destaca Sir Bill Beaumont, quien es presidente de World Rugby.
La cautivadora presencia de Catalina de Gales, de 41 años, sorprendió a todos los asistentes en el estadio Vélodrome de Marsella por lo que uno de ellos, quien vestía playera azul, sorprendió al levantar un pedazo de cartón con la frase "¡Kate, divorciate y cásate conmigo!", misma que estaba decorada con dibujos de un anillo y corazón.
La princesa Kate, hija de Carole y Michael Francis Middleton, está casada con el príncipe William desde el 29 de abril de 2011. Juntos son papás de tres hijos, el príncipe George, de 10 años y segundo en la línea de sucesión al trono británico, la princesa Charlotte, de 8, y el travieso príncipe Louis, de 5 años.
Tal como aparece en sus redes sociales, el príncipe William y su hijo, el príncipe George, este fin de semana también disfrutaron de la Copa Mundial de Rugby celebrada en Francia; solamente que ellos asistieron al enfrentamiento de Gales contra Argentina realizado el sábado 14 de octubre.
A diferencia de Kate Middleton, William y George no pudieron ser testigos de una victoria por parte de la Selección de Gales, quien perdió 29 a 17 pero que fue el evento ideal para que el pequeño heredero al trono británico volviera a demostrar su interés por los deportes, tal como sus padres.
A final de cada uno de sus respectivos encuentros, los príncipes de Gales tuvieron la oportunidad de visitar a los jugadores en sus vestidores.
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