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Siempre la habíamos visto perfecta en su papel, primero de Duquesa de Cambridge, y ahora como princesa de Gales. Poseedora de un gran carisma y estilo, no por nada es considerada una de las mujeres más admiradas, así como elegantes del mundo. A simple vista lo tenía todo, una vida idílica junto a un esposo, William (41 años) que además es príncipe y que junto con sus tres encantadores hijos, George (10 años), Charlotte (9 años) y Louis (5 años) forman la familia perfecta.
Pero de pronto la vida de Kate dio un vuelco inesperado. Si me preguntan creo que Kate (41 años) se sometió el 17 de enero a una cirugía abdominal ya con una sospecha de cáncer. Da la casualidad que el 28 de diciembre varias cámaras de locales cercanos a Sandringham, residencia de invierno de los Windsor, grabaron un convoy de autos pertenecientes a la familia real en dirección al Hospital Rey Eduardo VII, a las ocho y media de la noche. Iban a toda velocidad y era evidente que se trataba de una emergencia. Se supo semanas después que se trataba de la princesa que supuestamente fue operada por primera vez en esa fecha. Un dato importante de destacar es que en los últimos meses había adelgazado mucho.
Siempre ha sido delgada pero el último trimestre de 2023 era evidente que algo pasaba con Kate pues estaba más esbelta que nunca. No fue sino hasta el 17 de enero que Palacio anunció que la princesa de Gales se sometería a una cirugía abdominal planeada. Hora y media después se vuelve a compartir un comunicado donde confirman que el rey Carlos III también sería operado por un agrandamiento de próstata el 25 de ese mes.
Creo que desde el principio se usó a Kate para desviar la atención de la enfermedad del soberano con el objetivo de no preocupar al pueblo inglés, que no fuera evidente que la salud de la cabeza de la monarquía sería un impedimento para reinar. A Carlos le había costado 70 años y 214 días convertirse en rey y no se expondría a que un grupo de la población cuestionara si era capaz o no de reinar. Kate, por su popularidad, creo que Palacio la consideró perfecta para distraer la atención por eso tantos vacíos de información respecto a su crisis de salud. Todo lo contrario al caso de Carlos III que desde un principio fueron muy transparentes.
Cuando se avisó que la princesa volvería a sus deberes después de Pascua la verdad es que no sonaba lógico que para una cirugía tuviera que necesitar dos meses de recuperación a menos de que se tratara de algo grave como finalmente fue el caso.
Las semanas siguientes fueron un caos total, teorías conspiracionistas respecto a la vida de Kate comenzaron a circular en las redes sociales, de pronto se podía leer: “Los Windsor desaparecieron a Kate como desaparecieron a Diana” se podía leer. El supuesto romance del príncipe William con la mejor amiga de Kate, Rose Hanbury, volvió a tomar fuerza.
Una foto paparazzi de Kate junto a su madre en Windsor no sirvió para calmar las aguas, menos la fotografía alterada por el Día de las Madres que se festeja en el Reino Unido el 10 de marzo. Por supuesto que las fotos oficiales pasan por ediciones, pero esta imagen era terrible a simple vista. Parecía que la había editado un adolescente.
Kate tuvo que salir a explicar lo sucedido. Dijo ser una fotógrafa amateur, pero nada más lejos de la realidad. Kate es una fotógrafa profesional que trabajó con Mario Testino, que ha participado en exposiciones de fotografía e incluso editado libros de imágenes. Parecía una burla y lo peor es que la princesa se tuvo que echar la culpa. Llegó el video de William y Kate saliendo de un supermercado el lunes 18 de marzo, aunque fue tomado el 16. Eran ellos, pero la gente no se conformó.
Los Windsor dicen sentirse conmocionados por las reacciones de la gente en redes sociales, pero no se ponen a pensar o no reconocen que ellos mismos alimentaron esta polémica porque dejaron sola a Kate de la misma manera que dejaron sola a Diana. Casa Real tiene en su nómina de empleados a equipos expertos en imagen pública, probablemente de los mejores en el mundo que cobran una millonada para evitar este tipo de crisis. ¿Cómo es posible que a ninguno se le haya pasado por la cabeza que era imposible que una de las mujeres más fotografiadas del mundo pudiera permanecer fuera del ojo público y no levantara sospechas o polémica? ¿Por qué se espantan de que la gente piense que William continúe su amorío con Rose Hanbury si el propio Carlos III la invitó a la coronación y le dio un lugar de honor a su hijo en su cortejo? Era lógico que la presencia de Rose levantaría una gran polémica, entonces ¿Por qué lo hizo? ¿No quería ser el único heredero con una amante de cabecera? Las cosas claras.
Dicen que Kate decidió grabar el video hace quince días debido al revuelo de las últimas semanas “Lo escribió ella sola y lo elaboró de manera rápida”. Kate pensó que sería más tranquilizador para la gente verla y escucharla de viva voz lo que estaba pasando. “Ella sintió que tenía que hacerlo por quién es. Más bien sabe que es una figura pública y que tiene una responsabilidad de liderazgo más amplia” dijo una fuente cercana a la princesa a un medio inglés. Fue el miércoles 20 de marzo que lo grabó posiblemente en su casa en Windsor y al siguiente día recibió en Adelaida Cottage al rey Carlos III quien fue almorzar con ella para mantener una larga charla sobre cómo estaba llevando el cáncer y comentar el lanzamiento del video.
Cuentan testigos que el monarca salió “muy emocionado” de esta reunión con su nuera. Llegó el viernes 22 de marzo y el video se dio a conocer en la tarde tiempo del Reino Unido. Como era de esperarse el mundo se volcó con Catherine de Gales que lució un suéter de rayas horizontales para disimular su extrema delgadez. Su rostro se veía diferente y si se fijan bien, sus cejas tenían ya formas diferentes. Una la tiene más levantada que la otra, posiblemente porque su cuerpo ya comienza a perder pelo, los estragos de la quimioterapia a la que se sometió hace poco menos de un mes ya estarían pasando factura. Inclusive la forma de su frente se visualiza más amplia y a la altura del nacimiento del cabello se ve de forma perfecta, no descartaría que pudiera ya tener una peluca.
Kate fue muy valiente en hablar claro sobre su enfermedad y decidió compartirlo al mundo el último día de clases de sus hijos para evitar que sus compañeros comenten sobre el tema.
Sigo creyendo que el tema del cáncer lo sabían desde enero y previnieron que las quimios se terminarían antes de Pascua en un escenario optimista, pero si ha decidido hablar y no hay fecha de su regreso, probablemente el tratamiento no está dando los resultados esperados. Quisieron no hacerlo público hasta que fuera algo que no se podía ocultar, pero permitieron un vacío de información que creó un gran escándalo; desde mi punto de vista innecesario y más estresante para la princesa.
La delgadez, las cejas disparejas, la frente amplia y perfectamente marcada de Kate preocupan. Con lo anterior es muy seguro que la princesa de Gales no vuelva a la vida pública en varios meses. Le deseamos a la princesa una pronta recuperación, el mundo entero está con ella.
Desde abril hasta el verano, se presentarán eventos que marcarán el nuevo rumbo que tomará la monarquía británica. Esto todavía no ha terminado.
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