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La reina Isabel II era dueña de una buena cantidad de joyas de alto valor histórico, de seis enormes residencias que marcan el linaje de la familia real del Reino Unido, de muchos caballos finos y de un centar de sombrillas que hacían juego con cada uno de sus coloridos outfits.
Lo que no sabes es que, además, la soberana y madre del actual rey Carlos III también era dueña de colecciones rarísimas que a continuación te vamos a contar.
(Isabel II poseía una colección de cosas extrañísimas / AFP)
1. La colección nacional de moras
Antes de que existiera el palacio de Buckingham como lo conocemos había un inmensa huerta de moras. El dueño de ese plantío soñaba con ser el amo de la seda, pero no se le cumplió. Con el paso de los años, el campo de cultivo también dio otros frutos y flores. Isabel II, ya siendo reina, quiso rescatar un poco de esa historia y pidió que se sembraran 29 especies de moras que actualmente se conservan y que pertenecen a la colección nacional.
(EFE)
2. Todos los cisnes del río Támesis
La que fue reina durante 7 décadas también poseía todos los cisnes del río Támesis. Cada año, funcionarios reales vestidos con trajes rojos se unían a la ceremonia de Swan Upping, una tradición de más de 800 años de antigüedad que trata de contar todos los cisnes de la Reina.
Estos bellos animalitos no se comen y se procura que tengan lo mejor de la vida.