Más Información
Aunque por decenas de años los reyes europeos trataron de mantener en secreto sus infidelidades, de las cuales en varias ocasiones nacieron hijos ilegítimos —como se les conoce a los hijos nacidos fuera del matrimonio—. En lo que va del siglo XXI, al menos tres reyes han visto tambalear su reinado debido a que la justicia ha dado lugar a demandas de filiación interpuestas por hijos ilegítimos de monarcas.
Uno de los casos más sonados recientemente es el de la princesa Delphine, quien logró, después de varios años de lucha legal, que el rey Alberto II de los belgas la reconociera como hija legítima, luego de que él y su mamá, la baronesa Sybilla de Selys Longchamps, mantuvieran una relación extramarital durante 18 años, de la cual nació Delphine el 22 de febrero de 1968.
(Princesa Delphine de Béligca / EFE)
Sin embargo, la batalla en los tribunales para lograr el reconocimiento de su padre no se quedó ahí, Delphine también logró recibir los mismos derechos que sus medios hermanos, como el apellido Sajonia-Coburgo-Gotha, el título de princesa, el tratamiento de Su Alteza Real para ella y sus hijos, así como una paga estatal y una vivienda.
Aunque la exreina consorte Paola de Bélgica ha salido bien librada de esta controversia real, su imagen y su nombre también se vieron envueltos en el escandalo al inicio de su matrimonio con Alberto II, a quien conoció en Roma durante la coronación del Papa Juan XXIII en 1958. La joven pareja decidió contraer matrimonio tan solo ocho meses después en la catedral de Santa Gúdula, en Bruselas.
(Reina consorte Paola de Béligca, rey Alberto II de Bélgica y la princesa Delphine de Bélgica / EFE)
Su pasión y su amor fue tan acelerado que rápidamente le dieron la bienvenida a sus tres hijos: el actual monarca de los belgas, Felipe (1960), la princesa Astrid (1962) y el príncipe Lorenzo (1963). No obstante, luego de la llegada de su último heredero, los problemas conyugales se hicieron presentes y a ella se le comenzó a relacionar con el cantautor Salvatore Adamo, quien hasta le escribió una canción titulada “Dolce Paola”.
Además de él, antes de convertirse en reina consorte de Bélgica, Paola también fue vinculada sentimentalmente con el fotógrafo de la revista Paris Match, Albert Adirent de Munt, por lo que le comenzaron a llamar la “princesa rebelde”.
Luego de los escándalos de infidelidades entre ambos, Paola y Alberto decidieron divorciarse, pero el entonces rey Balduino se los negó por tratarse del heredero al trono, permitiéndoles vivir en alas diferentes del palacio, algo que mejoró su relación hasta la fecha, a pesar de que en 1993 Alberto asumió el trono de Bélgica con la muerte del rey Balduino.
En medio de la polémica que se generó por la demanda de la princesa Delphine, el rey Alberto II de Bélgica abdicó al trono en favor de su hijo Felipe en 2013. Leer también: El rey Alberto II de Bélgica se reúne con su hija, la princesa Delphine
(Jazmine Grace Grimaldi y el rey Alberto de Mónaco / AFP)
Otros casos reales de hijos ilegítimos
Así como el rey Alberto II de Béligca, su tocayo, el rey Alberto de Mónaco, también procreó dos hijos secretos antes de llegar al altar con la princesa Charlène. Mientras, el rey Juan Carlos I de España, fue el centro de la polémica luego de que dos de las tres personas que aseguran ser sus hijos, lograron comprobar a través de una prueba de ADN que son hijos del mismo padre, se trata de Ingrid Sartiau y Albert Solá. Leer también: "Tengo cartas que prueban que Juan Carlos es mi padre”, Ingrid Sartiau, supuesta hija del ex rey español