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Luego de que el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle se sentaron frente a las cámaras de televisión para tener una entrevista con la famosa presentadora Oprah Winfrey que se transmitió el pasado domingo 7 de marzo, a través de la CBS, se generaron un número importante de polémicas por las declaraciones que dieron los duques de Sussex, no solamente con la propia familia real británica, sino con otros actores vinculados con ellos desde que decidieron unir sus vidas para siempre.
Tal es el caso del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, quien según las declaraciones de Meghan y Harry en dicha entrevista, los casó en una ceremonia privada el 16 de mayo de 2018, es decir, tres días antes de que ambos llegara al altar de manera oficial en la Capilla de San Jorge en Windsor, frente a la monarca del Reino Unido, la familia real, decenas de invitados presenciales y millones de espectadores que siguieron el enlace matrimonial a través de la televisión.
“Sabes, tres días antes de nuestra boda, nos casamos. Nadie lo sabe”, así lo dijo Meghan Markle y luego lo confirmó el príncipe Harry diciendo que sólo estuvieron ellos tres, sin imaginar que días después el vicario de Newcastle, Mark Edwards, revelara que contacto a la oficina del arzobispo luego de escuchar las declaraciones de los duques para confirmar sí eso había ocurrido y le dijo que “no se celebró ninguna boda”. Sin embargo, lo que sí confirmó es que el arzobispo tuvo una conversación con la pareja en el jardín pero no se celebró ninguna boda.
Incluso, el vicario aseguró que las reglas sobre las bodas de la Iglesia de Inglaterra, de la cual la reina Isabel II es la gobernadora suprema, requiere de al menos dos testigos y debe ser abierta al público para presentar objeciones si así lo desean. Ante esto, el reverendo Tiffer Robinson, vicario en Suffolk, escribió en Twitter, “(Meghan Markle) Tiene derecho a considerarlo su matrimonio si así lo desea. Los estadounidenses están mucho menos preocupados por los detalles de la ley del matrimonio que el clero inglés”.
El propio arzobispo de Canterbury expresó que el no hará comentarios a las declaraciones de los duques por tratarse de un asunto privado, posición que le fue criticada por Mark Edwards, quien aseguró que esta postura no ayuda a los clérigos y los pone en una decisión difícil sobre lo que constituye una boda en la Iglesia de Inglaterra, ya que él tuvo que negarse durante toda la cuarentena a realizar bodas privadas por no estar en sintonía con la ley canónica. Leer también: Michelle Obama pide a Meghan y Harry que haya perdón en la familia real británica
“Justin no hace bodas privadas. Meghan es estadounidense, no lo entiende”, fue textualmente lo que le dijo un miembro del Lambeth Palace a Mark Edwards, quien es vicario en St. Matthew´s Church, en Dinnington y St Cuthbert´s Church en Brunswick. Leer también: Meghan Markle exige ver la evidencia del Palacio en su contra