La crisis financiera que dejó el brote del nuevo coronavirus afectó a más de una casa real y, entre ellas, está la de Suecia, que se enfrenta a millonarias pérdidas tras el cierre de algunos lugares de interés turístico. El rey Carlos XVI Gustavo, de 74 años, ha visto gravemente afectados los ingresos de su monarquía, pues solo cuatro de once lugares están actualmente abiertos y la cantidad de visitantes es mínima.
Como resultado de ello, se registra una caída del 75 por ciento de los ingresos. Una barbaridad.
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Los Bernadotte, casa real a la que pertenecen, también vieron la suspensión temporal de la entrega de los premios Nobel, una de las celebraciones más importantes de su país y del mundo, hasta que las condiciones sanitarias sean las ideales. Leer también: Las razones de los cambios en la realeza de Suecia: eliminan a los hijos de los píncipes Carl Philip y Madeleine como miembros de la casa real
La normalidad registraba hasta 10 mil turistas en el palacio real de Estocolmo pero frente a la pandemia a veces solo llegan a registrar solo 100 personas al día. Con la pérdida de ingresos, la familia real tuvo que despedir a 300 empleados y, quizá lo peor, es que la baja de ingresos podría golpear en el mantenimiento y conservación del palacio y el resto de edificios históricos.
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El año pasado, Carlos XVI Gustavo de Suecia tomó una decisión drástica para reducir los gastos de su familia, pues cada vez tenía más miembros y esto representaba más gastos para su país. El rey "desapareció" a sus nietos, hijos de los príncipes Carl Philip y Madeleine como figuras de la casa real y, con ello, sus títulos de altezas reales para dejarles, únicamente, los nombramientos como duques y duquesas. Leer también: La realeza de Suecia en la impresionante ceremonia de los premios Nobel y el menú de la noche
Sin embargo, pese a esa reforma, la familia real de Estocolmo está en aprietos.