El reino de Bután, conocido como “el país más feliz del mundo”, es uno de los menos afectados por la pandemia del nuevo coronavirus y es gracias al cuidado que puso el propio rey Jigme Khesar Namgyal Wangchuck para impedir que el virus se expandiera una vez que fue detectado el primer caso positivo con un turista estadounidense, reportó el diario El País.
El 4 de marzo, Bert Hewitt, un turista estadounidense de 76 años había llegado junto a su esposa, la psicóloga Sandi Fischer a Bután procedente de India y, solo un día después de ser ingresado en un hospital por una dolencia gastrointestinal, fue diagnosticado de coronavirus.
En China, el número de muertos rondaba por esa fecha los 3 mil, y temiendo que la enfermedad comenzara a propagarse en Bután, el también conocido como el "Rey Dragón de Bután" decidió involucrarse personalmente.
“La orden de su majestad fue que se le diesen todos los cuidados posibles”, dijo Dechen Wangmo, el ministro de Salud del país a The Washington Post. Leer también: El novio chamán de Martha Louise de Noruega expresa cuánto la extraña ante el distanciamiento por Covid-19
El mismo medio informó que el papá del príncipe Jigme Namgyel Wangchuck, heredero al trono del país les envió un par de pijamas azules y una colcha de seda para que se sintieran más cómodos, llamando a menudo para preguntar por la pareja e interesarse por sus gustos y formación.
“Fue encantador y muy solícito. Me dijo que esperaba poder hablar con él (Hewitt) sobre agujeros negros algún día”, dijo Sandi Fisher.
Días después, el turista empeoró su salud, pues tenía hipertensión y tenía el bazo extirpado, así que el 14 de marzo fue trasladado en un vuelo a Estados Unidos, en un avión privado que le prestó el rey Jihme Khesary.
Tras un viaje de más de 30 horas, fue ingresado en el Centro Médico Universitario de Baltimore. Ya casi recuperado un par de semanas después, un doctor le aseguraba: “Lo que fuera que hicieran en Bután, te salvó la vida”, informó The Washington Post.
Además, el esposo de la reina consorte más joven del mundo, Jetsun Pema Wangchuck supervisó personalmente la localización de los contactos directos e indirectos que había con Bert Hewitt y Sandi Fisher en Bután en su cuarentena.
Días después, el 19 de marzo, el rey comunicaba a los butaneses otra feliz noticia, la del nacimiento de su segundo hijo, aunque insistía en la necesidad de no bajar la guardia ante la crisis.
"Aunque esta es una noticia feliz para la familia real, la nación y el pueblo de Bután, Sus Majestades desean recordar a todos los butaneses que sean conscientes, responsables y que se apoyen mutuamente a raíz del virus Covid-19. Sus Majestades tienen presentes a todos cuyas vidas se han visto afectadas por esta pandemia global y oraciones", dijo el hijo del antiguo monarca butanés Jigme Singye Wangchuck.