Delphine Boël vuelve al Tribunal de Apelación de Bruselas para ejercer su derecho de ser llamada princesa por ser hija del rey Alberto II de Bélgica y de la baronesa Sybille de Selys Longchamps, quienes tuvieron una relación extramarital hace más de cinco décadas y que fue reconocida por Jonkheer Jacques Boël, el esposo de su madre. Delphine luchó durante seis años para lograr que el rey Alberto se realizara una prueba de ADN y comprobar que ella era su hija, por lo que se convirtió en la hija reconocida del rey, no obstante, ahora está buscando tres cosas en particular: ostentar el título de princesa, tener el apellido de su padre y ser considerada como miembro de la familia real de los belgas con todos los derechos y obligaciones que eso conlleva.
Dentro de esta solicitud, Boël busca que sus hijos también accedan a estos derechos y recibir prerrogativas estatales y una vivienda como sí lo tienen sus tres medios hermanos: Felipe, Astrid y Lorenzo, los hijos que el rey Alberto II de Bélgica tiene con su esposa Paola de Bélgica, reina consorte y con quien ha estado casado desde 1959. Actualmente, su hijo Felipe de Bélgica, es el rey de los belgas tras la abdicación de su padre el 21 de julio de 2013.
(Delphine Boël / EFE)
Ante esto, el abogado del exrey, Me Alain Berenboom, declaró al periódico belga Le Soir que las peticiones realizadas por Delphine son más procedimientos administrativos que judiciales por lo que corresponde al gobierno y no a los tribunales. “Quiere el nombre, está bien. Quiere el título de Princesa de Bélgica, muy bien. Quiere que la llamen Su Alteza Real ahora, está bien. Pero luego hay que pedir a las autoridades competentes que lo atribuyan. Todavía estamos en un estado de derecho en Bélgica” declaró Me Alain a nombre del rey Alberto II, por lo que dejó claro que el exmonarca no se opone a la solitud de su hija.
El abogado explicó que de acuerdo a una ley que entró en vigor en 2018, una persona adulta no puede pedir el apellido de su padre biológico una vez que ya fue validado el reconocimiento de paternidad, por lo que Delphine puede conservar el apellido Boël que usado por 52 años o puede cambiárselo por el de su madre, pero recalcó que, si el tribunal considera lo contrario, entonces le correspondería el apellido de Sajonia-Coburgo.
“El Rey no se opone. Si el tribunal lo considera una consecuencia de la paternidad, entonces se puede llamar Sajonia-Coburgo. Pero lo que estamos alegando es que la ley actual, que data de finales de 2018, no lo permite. Pero si el tribunal va más allá y considera que sería legítimo y no discriminatorio que llevara el nombre de a familia, no nos oponemos en ese momento” explicó Me Alain Berenboom, abogado del rey Alberto II de Bélgica.
(La reina consorte Paola de Béligca y el rey Alberto II de Bélgica / EFE)