Ante la reciente crisis por el coronavirus Covid-19 mucho se ha especulado sobre el futuro de de la realeza británica. Hubo versiones que se aventuraron a decir que la reina Isabel II piensa abandonar por completo sus deberes reales y ceder el cargo a su hijo, el príncipe Carlos, mientras ella se refugia en el Castillo de Windsor, sin embargo, es falso.
Desde que se anunció que la reina Isabel se había aislado en el castillo de Windsor con el duque de Edimburgo, las especulaciones comenzaron a surgir, pues en el palacio de Buckingham se han cancelado todos los eventos de alto perfil de este verano y la agenda de la monarca parece estar vacía.
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Una fuente cercana al palacio de Buckingham confesó a la corresponsal del “Sunday Times”, Roya Nikkhah, que la reina seguirá en confinamiento y no hay fecha de su salida, pues la soberana seguirá al pie de la letra las recomendaciones que han impartido los expertos de la salud y el gobierno.
"La reina no hará nada que vaya en contra de los consejos de las personas en su categoría [de edad] y tomará todos los consejos apropiados. Hay discusiones sobre lo que podríamos y no podríamos hacer en octubre", dijo la fuente.
"No hemos cancelado una gran cantidad de compromisos, pero por el momento no hay nada en el diario de Su Majestad".
Sin embargo, la reina Isabel II segirá trabajando desde la seguridad de su nuevo hogar y, para muestra de ello, está el mensaje que envió por motivo de la Segunda Guerra Mundial, además de que hoy reunió a toda su familia para felicitar a las trabajoras de la salud en el Día Mundial de la Enfermera.
Por ello, es un hecho que la reina seguirá trabajando muy duro pero tras bambalinas, realizando actividades como la firma de documentos gubernamentales y su audiencia semanal con el Primer Ministro, por teléfono.
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Con ello, quienes quedan frente a las labores públicas de la familia real de Reino Unido son el Carlos de Gales, Camila Parker, Catalina de Cambridge, el príncipe William y los condes de Wessex. Así, mientras que duques de Cornualles se dedican a tratar con los mandatario de otros países y de representar a la reina ante la unión de la Commonwealth, Kate y William serían el rostro de la monarquía en la era digital.
Han sido notorios los esfuerzos de los duques de Cambridge por hacerle sentir a su pueblo que no están solos y que su reina está más pendiente que nunca. Ellos son representan el rostro joven de la corona británica. Desde sus videos, tiernos retratos familiares y hasta sus videoconferencias por Zoom en fechas recientes, han comenzado a incrementar aún más la sospecha de que se preparan para dar el siguiente paso en su ascenso.
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