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Meghan Markle y el príncipe Harry están preocupados de que les hayan retirado la seguridad de 24 horas que era proporcionada por la familia real del Reino Unido tras su renuncia, luego de una reunión del organismo gubernamental que supervisa protección real y VIP. Y, a consecuencia de ello, desde que llegaron a su mansión en Montecito, California, los Sussex llamaron hasta cuatro veces en un solo mes a la estación de policía de Santa Bárbara para reportar una serie de eventos.
Además, el papá de Harry, Carlos de Gales, se negó a pagarles protección de su bolsillo y, en ese entonces, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que su país no pagaría por su cuidado.
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Así que ahora, la actriz y el príncipe pagan su propia seguridad que, dicen, tiene un elevado costo monetario. De acuerdo con "The Telegraph", la pareja llamó a la estación de policías 4 veces en julio pasado: una llamada está registrada como solicitud telefónica, y el resto como "activaciones de alarma" en las primeras horas de la mañana.
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Otra solicitud de agosto aparece como "incidencia de prioridad miscelánea", otra se registró en noviembre. "A las 4:13 pm de la víspera de Navidad, los ayudantes del alguacil fueron llamados a la propiedad después de que supuestamente un hombre había entrado ilegalmente", se lee en su reporte. Los policías capturaron a Nickolas Brooks, quien fue procesado por allanamiento y luego salió libre.
Y en febrero de este año, recibieron otra llamada por activación de alarma.
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D acuerdo con la entrevista que la pareja dio a Oprah Winfrey, Meghan Markle quería que su hijo tuviera el título de príncipe para recibir protección del Estado. Pero lo que más ha dejado atónitos a miles de personas es que Meghan y Harry salieron de Reino Unido en busca de una vida más normal y hasta se supo que el príncipe William intentó convencer a su hermano de que no se fuera tan lejos, es decir, al continente americano.
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Razones no les faltan a Meghan y Harry para estar preocupados por su seguridad, pues además de que son una de las parejas más mediáticas del momento, se sabe que han firmado por millones de dólares varios contratos con empresas internacionales y Harry ocupa el séptimo lugar en la línea sucesora al trono británico aunque ya no quiera que le digan 'príncipe'. Vaya dilema.