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En la vida del príncipe Harry no existen los mejores recuerdos con la prensa, específicamente con los paparazzi. Basta con recordar que su mamá, la princesa Diana de Gales tuvo momentos muy difíciles cuando era perseguida por la prensa inglesa, quienes la buscaban todo el tiempo para captar cada detalle en la vida de la mujer que conquistó el corazón de su pueblo.
Desde que Diana de Gales fue presentada como la prometida del príncipe Carlos, heredero al trono inglés, su vida comenzó con los estragos con la prensa, así como ocurrió con Kate Middleton, esposa del príncipe Wiliam; y Meghan Markle, esposa del príncipe Harry.
Sin embargo, para el príncipe Harry es distinto y, quizá, más fuerte. En su memoria deberá vivir el recuerdo de la muerte de su mamá -siendo él muy pequeño- a causa de una persecución de fotógrafos en un puente vehicular, en Francia. Por ello, el tema de la violación a la intimidad es muy especial para el sexto en la línea de sucesión de convertirse en rey.
El matrimonio del príncipe Harry con Meghan Markle desató una serie de especulaciones y publicaciones no del todo positivas. Ella es una exactriz estadounidense, con un divorcio a cuestas, que actuaba en una serie de abogados con escenas candentes y, además, de papás separados e interracial.
Cuando se supo del noviazgo y compromiso de los ahora duques de Sussex, el príncipe Harry hizo algo que cambió el rumbo del reinado de Isabel II: emitió un comunicado fuera de todo protocolo acerca del abuso de los medios de comunicación y es que, además, el noviazgo del hermano del príncipe William con la modelo Cressida Bonas terminó, en parte, por la persecución que Cressie vivió al lado del royal.
Esto decía el comunicado compartido en el sitio oficial de la familia real, en el año 2006:
"También es consciente de que hay una curiosidad significativa sobre su vida privada. Nunca se ha sentido cómodo con esto pero ha tratado de desarrollar una consciente sobre el nivel de interés de los medios. Rara vez ha tomado medidas formales en la publicación regular de historias de ficción que se escriben sobre él y ha trabajado arduamente para desarrollar una relación profesional con los medios de comunicación, centrado en su trabajo y los problemas que le interesan.
"Pero la semana pasada (el príncipe) vio que se cruzó una línea. Su novia, Meghan Markle, ha sido objeto de una oleada de abuso y hostigamiento. Algo de esto ha sido muy público: el borrón en la portada de un periódico nacional; los matices raciales de las piezas de comentarios; y el absoluto sexismo y racismo de los trolls de las redes sociales y los comentarios de artículos en la web. Parte de ella se ha ocultado al público: las batallas legales nocturnas para mantener las historias difamatorias fuera de los periódicos; su madre tuvo que luchar contra los fotógrafos para llegar a la puerta de su casa; los intentos de reporteros y fotógrafos de obtener una entrada ilegal a su hogar y las llamadas a la policía; los importantes sobornos ofrecidos por los papeles a su expareja; el bombardeo de casi todos los amigos, compañeros de trabajo y seres queridos en su vida".
De acuerdo con una publicación de Forbes, "la decisión de emitir una declaración tan directa es evidencia, sin embargo, del enfoque cada vez más proactivo que Kensington Palace está tomando con los medios, particularmente en respuesta a la cobertura de Harry y la familia del Príncipe William", escribió The Guardian.
Ahora, con la demanda que el príncipe Harry entabló contra una agencia de fotógrafos quienes sobrevolaron el jardín de su casa anterior para obtener imágenes de su interior con los duques, no es de sorprender que el menor de la princesa Diana y el príncipe Carlos va con todo si se trata de defender su intimidad.
El final de la demanda hoy publicada terminó en que el duque de Sussex aceptó las disculpas de la agencia con la finalidad de que no ocurriera una vez más.