El príncipe Harry y Meghan Markle recientemente compraron una casa en Santa Bárbara, Los Ángeles, en la que piensan dar un hogar a su pequeño Archie. El inmueble es precioso y de alto valor, así que la prensa extranjera se ha dado a la tarea de investigar a nombre de quién quedó el patrimonio de los Sussex, descubriendo entre documentos que la propiedad corresponde a la actriz.
De acuerdo con el diario “Express UK”, los duques de Sussex compraron dicha propiedad gracias a una hipoteca de 7 millones de euros. Según registros de “The Times”, los periodistas inmobiliarios de Neal J. Leitereg y Jack Flemming aseguraron que "los registros fiscales de la propiedad de 7 acres, que anteriormente se cotizaba por hasta 26 millones de euros, coinciden con el de las compañías de responsabilidad limitada creadas previamente por la duquesa de Sussex”.
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Foto: AP
Según la revista canadiense “The Kit”, no es tan inusual comprar una propiedad a través de empresas privadas, las celebridades suelen hacer este tipo de adquisiciones de esta forma para proteger su información personal como direcciones y teléfonos de los registros públicos.
El artículo explica: “Si bien comprar una casa con una empresa fantasma puede parecer poco fiable, es un comportamiento clásico de celebridad o persona rica: no solo mitiga los impuestos, sino que también protege su privacidad, ya que todos los registros públicos que muestran son el nombre y la dirección de miembro gerente de la LLC (Sociedad de responsabilidad limitada), a menudo un asesor financiero ".
Se estima que el príncipe Harry tiene un patrimonio neto de 30 millones de euros y Meghan de 3.8 millones. Aunque, claro, también se sabe que la pareja cuenta con el apoyo del príncipe Carlos en su primer año en la búsqueda de la libertad financiera, de hecho, se cree que el papá de Harry es quien paga la seguridad del matrimonio en Estados Unidos.
Por otro lado, al príncipe Harry no se le ven intenciones de tramitar su ciudadanía estadounidense a través de su cónyuge, por lo que esto también podría ser una limitante para poner a su nombre un inmueble. Los duques de Sussex también han sido señalados como deudores de los contribuyentes, ya que aún le deben al gobierno inglés más de 2 millones de euros por las remodelaciones de Frogmore Cottage, su casa en Londres.