Luego de que la noticia corrió como pólvora, parece que el príncipe Harry evitó encontrarse con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien declaró que Meghan Markle era una persona 'desagradable'. O al menos es lo que trascendió, pues el mandatario desmintió esa versión tan pronto como pudo. Durante la visita del político al palacio de Buckigham, el menor del príncipe Carlos y Diana de Gales manejó un perfil muy bajo e, incluso, evitó ser fotografiado cerca del controversial mandatario.
El esposo de la duquesa de Sussex siempre se mantuvo varios metros atrás de su abuela, la reina Isabel II y del presidente Trump durante un recorrido en el palacio. De acuerdo con el diario The Sun, el príncipe asistió al almuerzo privado con Donald y Melania Trump, sin embargo, no quiso ser fotografiado con sus invitados; Harry estuvo acompañado de Ivanka Trump, hija del mandatario.
Meghan Markle, por su parte, no estuvo presente en este acto oficial porque se encuentra con licencia de maternidad, ya que hace casi un mes dio a luz a baby Archie, primer hijo de los duques de Sussex. De acuerdo con la fuente antes citada, la presencia de Harry no estuvo confirmada hasta el último momento. "Harry fue una adición tardía a la lista de miembros de la familia real para la visita de estado, lo que provocó la especulación de que se aplicó presión para que él estuviera allí, o su equipo pensó que se vería mal si se saltara la visita completa".