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Ser parte de la realeza podría sonar a tener una vida llena de lujos, visitas oficiales, una educación sumamente estericta y hasta alimentación vigilada pero, aunque suene fabuloso, no todo es color de rosa. Entre los lineamientos que los royals deben seguir al pie de la letra están, por ejemplo, que las demostraciones de cariño no deben hacerse en público y esta vez le tocó el pequeño príncipe George y a su hermana, la princesa Charlotte seguir una norma.
Para la princesa Charlotte, este es el primer año que atiende sus estudios en el mismo lugar que su hermano mayor, el príncipe George, en la escuela privada Thomas’s Battersea, y en esa institución hay una norma muy clara que los hijos de los duques de Cambridge deberán cumplir: no deberán tener un mejor amigo.
La razón es muy sencilla: los directivos del colegio consideran que si todos son amables y amigables con todos, ningún niño se sentirá excluido. Según la publicación Country Living, "existe una política que indica que si un niño tendrá una fiesta, a menos que todos los niños estén invitados, las invitaciones no se deberán entregar en el salón de clases", compartió Jane Moore, una mamá del colegio.