Más Información
La entrevista que el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, duques de Sussex, ofrecieron a Oprah Winfrey y que se transmitió ayer en Estados Unidos y hoy en Inglaterra cumplió y superó todas las expectativas: fue una verdadera bomba nuclear para la familia real, especialmente para el príncipe Carlos de Inglaterra.
Exceptuando a la reina Isabel II y, en cierta medida, al duque de Edimburgo, el resto de los miembros del núcleo familiar más cercano a Harry salieron muy mal parados, incluyendo a la muy popular Kate Middleton, duquesa de Cambridge, a quien Meghan acusó de “hacerla llorar” el día de su boda.
Leer también: Kate Middleton reaparece tras acusaciones de Meghan Markle.
Lo más grave
Lo más daniño y soprendente fueron las revelaciones de que Meghan incluso pensó en suicidarse en algún momento, estando embarazada de Archie, o que un miembro de la familia real, del cual no se ha revelado el nombre –-aunque Harry pidió hoy a Oprah que aclarara que no fue ninguno de sus abuelos—preguntó “qué tan oscuro podría ser el bebé”, desatando una oleada de indignación y acusaciones de racismo a la realeza británica.
Ya los expertos en realeza habían predicho que esta entrevista podría ser aún más perjudicial para la reputación de la familia real que la que Diana de Gales concedió en 1993 al periodista Martin Bashir, del programa “Panorama”, de la BBC.
La experta en realeza y autora Sarah Gristwood señaló en una entrevista con “Vanity Fair” algunas similitudes entre ambas conversaciones: “Tiene el mismo estilo de ‘quemar las naves’ de Diana. Lo preocupante es que pensamos que la muerte de la princesa de Gales marcaría un hito y provocaría una diferencia de actitud por parte de la monarquía, y lo que vemos es que las cosas no han cambiado lo suficiente”.
“Al igual que lo que pasó con la entrevista a ‘Panorama’” añade Gristwood, “las repercusiones que tendrá esta entrevista obligarán a la familia real y al Palacio a repensar y actualizar sus roles si quieren –en las palabras de Meghan—sobrevivir y prosperar en el siglo XXI”.
La respuesta ausente
El Palacio de Buckingham no ha emitido ningún comunicado respondiendo a las acusaciones, pero según “Vanity Fair”, algunas fuentes han dicho que la reina, el príncipe Carlos y William están sumamente preocupados por lo que Harry y Meghan revelaron a millones de personas alrededor del mundo.
Las mismas fuentes añaden que el personal de Palacio ya esperaba que la entrevista hiciera ver a la familia real como un tanto anacrónica, pero que tanto ellos como la familia quedaron en shock con la dureza de lo compartido.
De acuerdo con la publicación, tanto el personal de Palacio como la familia real estarían ocupados hoy, prácticamente todo el día, en reuniones para crear una estrategia de crisis para enfrentar las repercusiones de la entrevista.
Y aunque tanto Harry como Meghan fueron muy enfáticos en sus alabanzas a la reina, ya un grupo anti-monárquico ha utilizado a lo revelado en la charla de los duques con Oprah como argumento para abolir la institución.
De acuerdo con la revista, la reina no había visto la entrevista hasta hoy, pero sabía de su contenido y está consciente del efecto negativo que ésta puede tener sobre la percepción de la familia real. “Esto los hace quedar, en lugar de representar a lo mejor del país, como lo peor” dijo Gristwood. “Seguramente está preocupada por cómo se llegue a percibir su legado. Ella quiere dejar a la monarquía con una imagen positiva y después de esto, su cometido se ve difícil”.
El príncipe Carlos, muy agobiado
Aunque el príncipe Carlos nunca ha sido muy popular, sus bonos subieron cuando dio una cálida bienvenida a Doria Ragland, la madre de Meghan, cuando se llevó a cabo la boda real de Harry y Meghan, y al mostrarse verdaderamente entusiasmado de ser él quien llevara a Meghan al altar, cuando el padre de la entpnces futura duquesa no asistió a la boda.
Sin embargo, en la entrevista con Oprah, Harry dijo que después de que renunciara a su rol real y se mudara a Estados Unidos su padre se había rehusado a contestarle el teléfono por algún tiempo y que aunque hoy ya se hablan de nuevo “aún hay mucho trabajo que hacer ahí. Me decepciona porque él vivió algo similar a lo que nosotros padecimos”.
Leer también: Meghan Markle quería vivir en el castillo de Windsor, donde vive la reina Isabel II.
De acuerdo con “Vanity Fair”, Harry envió un email a su padre justificando sus motivos para dar la entrevista y esto sumió a Carlos en el agobio y la desesperación, según reveló un amigo del príncipe.
Gristwood añadió: “Justo cuando parecía que Carlos podría ser un rey más popular de lo que se hubiera pensado, surge este terrible golpe a su reputación. Nada menos que su hijo, dice que está decepcionado de él. Es difícil saber si Harry sabe el daño que ha causado. ¿Era su intención hacer quedar tan mal a su padre y a su familia? No lo sabemos”.
Las últimas noticias apuntan a que el Palacio está listo para responder, pero que lo harán a su tiempo, eligiendo cuidadosamente cada palabra de lo que van a decir.