La fama de Meghan Markle y el príncipe Harry ha provocado que otros personajes involucrados con la realeza europea volteen a verlos. El novio chamán de la princesa Martha Louise de Noruega, Durek Verrett, dio una entrevista -como era de esperarse- que resultó polémica, pues en ella reveló que le gustaría conocer a los duques de Sussex y tener una especie de reunión familiar, ya que de acuerdo con él, son “primos”.
Este año ha sido uno especialmente complicado para los duques de Sussex, pues se enfrentaron a diversos golpes mediáticos por parte de la prensa británica especialmente después de que Meghan Markle lloró en un documental que se grabó en su gira en África.
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El chamán Durek Verrett confesó en una entrevista a Tatler: “le dije a mi novia (la princesa Martha Louise) que se pusiera en contacto con ellos para que podamos tener una reunión familiar porque ellos son primos”, despertando cientos de preguntas y de cuestionamientos sobre sus declaraciones.
Pero la única verdad es que sí existe un lazo sanguíneo entre la familia real de Noruega y los Windsor, pues el rey Harald y la reina Isabel son bisnietos del rey Eduardo VII de Inglaterra... y no precisamente con él.
Así que mientras el príncipe Harry es el sexto en la línea sucesoria al trono de la corona británica, la princesa Martha Louise sería heredera del torno en Noruega pero nació antes de la abolición de la ley sálica en su país y, por eso, le tocó a su hermano Haakon.
Además de revelar los lazos que unen a a la familia de su novia con la del príncipe Harry, el chamán confesó que siente una gran empatía con Meghan porque para él también ha sido difícil entrar en la vida de la familia real, incluso, aseguró que desde que inició su noviazgo con la princesa Martha Louise ha padecido de siete crisis.
El chamán y la hija del rey de Noruega han enfrentado varios escándalos desde que su relación se hizo pública, pues su estilo de vida -que va desde maratones sexuales y hasta rituales energéticos- han provocado cientos de reacciones, tan es así que la familia real de Noruega impidió que la princesa usara su título nobiliario para representar a la corona de su país.