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En este confinamiento voluntario que tomamos como medida de prevención contra el Covid-19 no solo los seres humanos experimentamos distintos cambios en nuestras rutinas y estilo de vida que pueden provocar ansiedad, estrés o depresión, pues las mascotas también lo hacen y sufrirán un gran shock cuando sus dueños regresen a la cotidianidad, así lo explicó el etólogo de los corgis de la reina Isabel.
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De acuerdo con Vanity Fair, el doctor Roger Mugford, quien entrenó a ocho de los corgis de la reina Isabel, piensa que al terminar la cuarentena los perros y mascotas sufrirán un abrupto shock que los pondrá en un estado de rebeldía y ansiedad.
"Con tal sobrecarga de tiempo de calidad con sus familias, los perros están acumulando una enorme reserva de exceso de dependencia que podría hacerlos sufrir cuando las madres y los padres regresen de repente al trabajo y los niños regresen a la escuela", señala.
El especialista señala que después de que las mascotas pasen tanto tiempo de calidad con sus dueños, ellos podrían resentir el cambio y comenzar a rebelarse, algunos perros pueden ladrar, otros orinar y defecar en espacios no permitidos, y otros incluso se llegan autolesionar.
"Cuando se los deja solos, los perros pueden morder objetos de la casa, molestar a los vecinos ladrando constantemente, orinando y defecando adentro, a veces incluso autolesionándose", añade. "Pon una cámara web en tu perro y observarás que aúlla, recorre la casa obsesivamente y otros signos de angustia".
El doctor Roger Mugford también explicó que a los animales puede tomarles varios meses o semanas regresar a la normalidad y algunos tendrán que volver a iniciar sus entrenamientos.
"El confinamiento es un cambio muy fuerte en la rutina", explica. 'Cuando se levante, será un gran shock para los perros. Es por eso que los períodos de separación estructurados y cortos son realmente importantes".
Este especialista entrenó a ocho de los corgis de Isabel, él mismo es dueño de varios de ellos y en algún momento aseguró que la reina es una buena entrenadora de perros, y que sus corgis se portaban extremadamente bien y conocían su lugar en la casa, aunque, otros aseguran que son consentidos y muy traviesos.
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