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La reina del Reino Unido y de los otros reinos de la Mancomunidad de Naciones envió el esperado mensaje navideño a sus naciones en medio de la pandemia por el nuevo coronavirus. Isabel II, sentada frente a un escritorio iluminado por un espectacular árbol de Navidad, agradeció a todos los que han trabajado en el terreno de la salud y se mostró sensible y empática con todos aquellos que han perdido a sus seres queridos.
La abuela de los príncipes William y Harry mencionó que en sus oraciones ha pedido por todos aquellos que se sienten solos. "Para muchos, esta época del año estará teñida de tristeza: algunos lamentarán la pérdida de sus seres queridos y otros extrañarán a amigos y familiares, distanciados por seguridad, cuando todo lo que realmente quieren para Navidad es un simple abrazo o un apretón de la mano. Si estás entre ellos, no estás solo, y permíteme asegurarte mis pensamientos y oraciones".
En esta ocasión, la reina Isabel II tuvo un detalle que marcó la diferencia: en su escritorio solo vimos un portarretrato y no los varios que suele tener de los integrantes de toda su familia, y la foto que destacó fue la de su esposo, el duque de Edimburgo, con quien ha estado aislada en el castillo de Windsor desde que la crisis sanitaria azotó al mundo.
Para este momento de especial importancia, la reina Isabel II se decantó por un vestido de Angela Kelly, su diseñadora favorita, el cual, combinó con dos piezas de joyería muy especiales. La primera se trata de un collar de perlas de tres vueltas que fue un regalo de su abuelo, el rey Jorge V, cuando ella aún era princesa.
La segunda se trata de un prendedor del que cuelgan varios exquisitos diamantes. Según "Vanity Fair", es un broche de madreperla que fue diseñado por Courtauld-Thomson y fabricado en 1919, el cual, perteneció a la reina Madre. Isabel II lo llevó a la boda de su nieta Zara Phillips con Mike Tindall.
El discurso de 10 minutos rompió récord de audiencia y según reportes ingleses, millones de personas se sintieron apoyados y cobijados por las palabras de la monarca de 94 años. Así comenzó su mensaje: "Todos los años anunciamos la llegada de la Navidad encendiendo las luces y la luz hace más que crear un ambiente festivo. La luz trae esperanza. Para los cristianos, Jesús es 'la luz del mundo' pero hoy no podemos celebrar su nacimiento de la forma habitual", dijo la reina.
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"Personas de todas las religiones no han podido reunirse como desearían para sus festivales, como la Pascua, la Pascua, Eid y Vaisakhi. Pero necesitamos vida para continuar. El mes pasado, los fuegos artificiales iluminaron el cielo alrededor de Windsor, mientras hindúes, sijs y jainistas celebraban Diwali, el festival de las luces, brindando momentos alegres de esperanza y unidad a pesar del distanciamiento social. Sorprendentemente, un año que necesariamente ha mantenido a las personas separadas nos ha acercado, de muchas maneras. En todo el Commonwealth, mi familia y yo nos hemos inspirado en las historias de personas que se ofrecen como voluntarios en sus comunidades y ayudan a los necesitados".
La reina Isabel II, en todo su discurso, no mencionó la palabra "Covid-19" pero sí hizo referencia a este virus que tantas vidas ha dañado. Y finalizó con estas palabras: "Dejemos que la luz de la Navidad, el espíritu de abnegación, amor y sobre todo esperanza, nos guíe en los tiempos venideros. Es con ese espíritu que les deseo una muy feliz Navidad”. Esta es la primera vez, desde 1949, que la reina Isabel II pasa la Navidad alejada de sus nietos e hijos.
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