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El día llegó y los primeros minutos de la docuserie sobre la relación de Meghan Markle y el príncipe Harry con la familia real comienza siendo narrada como una historia de amor que supo navegar contra viento y marea. "Esta es una gran historia de amor", se le oye decir al hijo menor del rey Carlos III casi al inicio, mientras se ven imágenes de su hijo Archie y de su esposa en el lujoso vecindario de Montecito, California, donde actualmente radican.
"Lo más loco es que esta historia de amor recién empieza", agrega orgulloso. "Ella sacrificó todo, toda la libertad que tenía para unirse a mi mundo, y poco después yo terminé sacrificando todo para unirme a su mundo".
Poquísimas menciones sobre la familia real corren en la primera parte, pese a que se anuncia como el gancho principal del drama. Esta producción que corre a cargo de Netflix comenzó a documentarse cuando la pareja dejó la monarquía británica para irse a Vancouver, Canadá.
También se ven imágenes de Doria Ragland, mamá de la actriz estadounidense, quien pareciera que fue ella quien le dijo a su hija que 'algo de lo que le ocurría' se debía a su raza. La historia familiar de la mamá de Meghan, de acuerdo con reportes, desciende de Richard Ragland, quien nació en una familia de esclavos en Jonesboro, Georgia.
Como parte de las explicaciones de Meghan y Harry para su docuserie se entiende que Markle no pretendía encontrar pareja en su vida, luego de divorciarse de Trevor Engelson, productor de cine, y que su relación con Harry inició como algo inesperado. Hay entrevistas con la gente de su círculo más cercano, se presentan fotos de la cuenta que tenía de Instagram y aunque se sigue manteniendo en secreto la identidad de la amiga que la presentó con Harry, se muestra el chat donde le propone una cita con él.
Luego, siguen contando cómo surgió el flechazo y lo nerviosa que estaba Meghan de estar con alguien que, según ella, desconocía.
Editada casi en orden cronológico, en la docuserie de Enrique de Sussex y Meghan de Sussex mencionan, por ejemplo, que la familia real necesita del apoyo de la prensa para alimentar el interés de la gente y mantener, de esta manera, sus altos niveles de aprobación. Se cuenta la vez que William, Harry, Beatriz y Eugenia tuvieron una sesión de fotos en un viaje a Suiza.
"Los paparazzi nos atosigaban y estábamos obligados a sonreír y a responder preguntas a la manada de periodistas", interviene Harry sentado en una elegante sala. "Eso siempre me hizo sentir incómodo". En seguida, se suma un video de la princesa Diana pidiéndole a los fotógrafos que dejen en paz a sus hijos para que pudieran disfrutar de sus vacaciones.
Cuando la princesa Diana murió, Harry asegura que para él fue muy difícil mantener dos posturas: la de un niño de 12 años que quería llorar la pérdida de su mamá y la de un miembro de la monarquía que debía agradecer las muestras de cariño de la gente con una sonrisa.
El príncipe Harry hace otra referencia de su madre, a quien engañaron para que ofreciera una entrevista al programa "Panorama", de la BBC, y hablara de su fallido matrimonio con el ahora rey Carlos III y las infidelidades.
"Creo que ahora todos sabemos que fue engañada para dar la entrevista pero al mismo tiempo dijo la verdad de su experiencia", comenta Harry. "Recuerdo pensar: ¿cómo podré encontrar a alguien capaz y dispuesta a soportar lo que implica estar conmigo?", y sigue "cuando conocí a M tenía pánico de que la prensa la ahuyentara, la misma prensa que había ahuyentado a tanta gente a mi lado".
(Meghan Markle, Diana Spencer / Getty Images, AP)