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El príncipe Harry se muestra como un papá efectivo y cariñosos con su hijo Archie, pero antes de la llegada de su primogénito, sus sobrinos: el príncipe George, la princesa Charlotte y el pequeño Louis eran su adoración, y las cosas entre ellos no han cambiado mucho, pues él sigue consintiendo a los pequeños en sus cumpleaños con valiosos y simbólicos obsequios.
Foto: AP
De acuerdo con el diario ‘The Sun’, Enrique de Sussex heredó de su mamá, la princesa Diana, su gusto por la lectura, ya que cuando era niño Lady Di solía contarle cuentos infantiles, esto lo motivó a crear una biblioteca con las primeras ediciones de los clásicos de este género.
"La princesa de Gales le transmitió su amor por los clásicos antiguos y Harry quiso transmitirle a sus sobrinos la misma pasión por la lectura", contó la misma fuente.
Por ello, al nacer el más pequeño de los hijos del príncipe William y Kate Middleton, el príncipe Louis, Harry adquirió la primera edición de “Alicia en el país de las maravillas”, de Lewis Carroll, que estaba a la venta por casi 30 mil dólares, según contó una fuente al diario.
Sin embargo, el príncipe se inclino por un tomo de “Winnie the pooh” de la escritora A. A Milne que fue impreso en 1926 y solo se lanzaron 30 mil copias de la primera edición, con un valor actual de 10 mil dólares. El príncipe dejó en claro hace seis años, cuando nació el príncipe George, que su rol como tió era el de cuidar y asegurar que se diviertan sus sobrinos.
El príncipe Harry es un hombre que se caracteriza por su gran interés en lo familiar, desde que se unió en matrimonio con Meghan Markle todos sus esfuerzos y decisiones han sido dirigidas hacia el bienestar físico y emocional de su esposa e hijo, tan es así que optó por salirse de la Corona británica para librar a su familia del escrutinio de la prensa y los medios.
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